En los años que comprende esta investigación se produjeron dos secuestros contra azpeitiarras por parte de grupos armados de carácter subversivo. En ambos casos fue Comandos Autónomos Anticapitalista el responsable de la acción, y ambos eran empresarios que padecieron extorsión económica antes y durante el período de cautiverio. Estos secuestros, por tanto, están directamente relacionados con otro tipo de vulneración de derechos humanos, la extorsión económica.
El primero de los secuestrados fue Jesús Guibert Azkue, empresario azpeitiarra, gerente de Laminados de Hierro Marcial UCIN S.A. Permaneció retenido durante 17 días en una cueva próxima al monte Arauntza, perteneciente al término municipal de Errezil. Fue secuestrado el 21 de marzo de 1983 y puesto en libertad el 7 de abril en el alto de Meagas tras supuestamente hacer efectivo un pago de entre 150 y 200 millones de pesetas. En 2008 Jesús Guibert fue detenido y su casa registrada por orden del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, acusado de pagar el llamado impuesto revolucionario. Para el consejero de Justicia del Gobierno Vasco en aquel entonces aquella acción judicial convertía a “las víctimas en delincuentes”.(*)
Por su parte, el azpeitiarra Ángel Carasusan Madrazo, ligado al sector inmobiliario y propietario de varias fincas, permaneció secuestrado entre el 9 y el 12 de julio de 1985 en un piso de la localidad guipuzcoana de Lezo. Según la nota remitida por el Gobierno Civil de Gipuzkoa, la liberación de Ángel Carasusan fue llevada a cabo por una unidad especial de la Guardia Civil a las 04:15h. Su localización, según esa misma nota, fue posible gracias a una operación anterior contra otro comando de CAA. Por este secuestro fueron detenidos cuatro miembros de la organización armada.(*)