Alpargatero de profesión, este azpeitiarra perteneció al batallón UHP de las JSU. En diciembre de 1937 se encontraba preso en la prisión provincial de Bilbao. En 1938 se inició un proceso sumarísimo de urgencia contra Jesús acusado de un delito de «rebelión», si bien, quedaría archivado en septiembre de 1939 tras confirmarse la muerte de Jesús en enero de ese mismo año(*). El cuerpo de este miliciano se encontraba en el tanatorio de Bermeo el 6 de enero de 1939(*). Desconocemos la causa de la muerte.
Cogieron a «Txaiber», lo llevaron al campo y lo fusilaron.
Al rector le pusimos el apodo de «oiloa» (gallina), ya fue muy cobarde con este tema.
Al médico donostiarra lo mataron en la pared del cementerio, y lo enterraron allí.
Paradójicamente ni la iglesia ni la basílica sufrieron daño alguno, pero murieron dos personas en ese acto de propaganda fascista.