El 4 de febrero de 1937 Juana fue expulsada de la localidad al desconocerse el paradero de su marido, el practicante y miembro del servicio de Sanidad del Ejército Vasco Francisco Errasti «Trukuman». Aunque en un principio se dirigiría a Pamplona, finalmente logró alojarse en Lazkao en el domicilio de una hermana. Juana se encontraba en aquel entonces embarazada(*).
Tenías que hablar en castellano si no querías que te castigasen.
En casa me castigaron por dar esta contestación a un falangista: «Si a su padre no le hubiesen robado toda la hacienda que tenía podría venir vestido de seda»..