Pedro era natural del caserío Atxubiaga del barrio de Oinatz. Bertsolari y militante nacionalista, tras abandonar Azpeitia con motivo de la toma del municipio por parte de las tropas franquistas, se enroló en el batallón de infantería Amayur. Posteriormente, el 26 de agosto de 1937 fue capturado en Santoña. Tras su detención, fue trasladado a un batallón de trabajadores a Alfarrás (Lleida), donde permaneció hasta su envío a la prisión de Los Escolapios en Bilbao el 26 de julio de 1939 para ser juzgado en consejo de guerra. Un mes más tarde, el 24 de agosto de 1939, la Auditoria de Guerra le concedió la prisión atenuada a tenor de los informes de buena conducta emitidos por el juzgado que instruía el caso en Donostia. Finalmente, el 25 de enero de 1940 se acordó, «por carecer de relevancia penal los hechos que se le imputan», el sobreseimiento provisional y la puesta en libertad de Pedro(*).
Daban la doctrina en castellano, pero aquí había un cura de Lizartza, Don Lorenzo, y él la daba en euskera, porque era muy euskalzale.