Maria y sus hijos de 3 y 4 años de edad estuvieron escondidos durante dos años en el caserío Odriozolaundi, tras recibir la orden de expulsión de Azpeitia. El delito de todos ellos, ser mujer e hijos del miliciano Maximiano Eguibar Arregui(*).
Para cuando llegaron el hombre yacía muerto; decía que podría tratarse de un médico.
Hicieron carlistas a todos los inquilinos, también a mi padre, porque de no ser así les expulsarían de casa.