Moisés era vecino de la calle Iglesia y linternero de profesión. Al igual que sus hermanos Alejandro y Juan, sus ideas de izquierdas le hicieron militar en el sindicato UGT(*) y posteriormente acudir al frente de guerra enrolado en el batallón UHP de las Juventudes Socialistas Unificadas(*). Miembro de la 1ª compañía del citado batallón, Moisés fue herido a finales del mes de abril de 1937 en el frente de Durango, siendo trasladado al hospital militar de Barakaldo. Sin embargo, el día 30 de abril quedó certificado su fallecimiento. Moisés fue enterrado en el cementerio de Barakaldo(*).
Cogieron a «Txaiber», lo llevaron al campo y lo fusilaron.
Al rector le pusimos el apodo de «oiloa» (gallina), ya fue muy cobarde con este tema.
Al médico donostiarra lo mataron en la pared del cementerio, y lo enterraron allí.
Paradójicamente ni la iglesia ni la basílica sufrieron daño alguno, pero murieron dos personas en ese acto de propaganda fascista.