Nacido en 1908 y ebanista de profesión, Valentín trabajó en la empresa de muebles Dámaso Azcue durante el período republicano. Tras el inicio de la guerra, actuó como voluntario a las órdenes del Comité de Defensa de Azpeitia. En concreto, Valentín prestó en el servicio de telégrafos hasta su huida a Bizkaia. Posteriormente, quedó enrolado en el Ejército Vasco hasta su detención en Cantabria el 27 de agosto de 1937. Encarcelado en El Dueso, fue juzgado en consejo de guerra en la plaza de Santoña. El 20 de octubre de ese mismo año fue condenado a 30 años de reclusión mayor por un delito de «adhesión a la rebelión»(*), siendo trasladado a la prisión del Puerto de Santa Maria el 11 de agosto de 1938(*). El 29 abril de 1943 la Comisión Central de Examen de Penas le conmutó la condena a 6 años de prisión menor(*).
Bombardeo de Gernika: decía que fueron más de sesenta aviones echando bombas uno detrás de otro.
Decía que el río Ebro estaba rojo por toda la sangre vertida.
Iban todas las noches a buscar a alguien, abrían las puertas y decían sus nombres, para fusilarlos; estuvo esperando oír decir su nombre durante tres meses.