José María murió cuando corría a refugiarse en el santuario de Loiola junto a su hijo Benito. Al parecer, falleció en el acto(*) «a consecuencia de heridas por explosión de una bomba», si bien, en el acta de defunción se dice que su muerte se produjo en la casa de la Misericordia el 21 de septiembre. Alpargatero de profesión, José María era natural de Azkoitia aunque residía junto a su familia en «la casa Vista Alegre» en Loiola. Tenía 38 años de edad, estaba casado con María Bereciartua Gogorza, y era padre de tres hijos: José Manuel, Benito y Miren Genobebe(*).
Cogieron a «Txaiber», lo llevaron al campo y lo fusilaron.
Al rector le pusimos el apodo de «oiloa» (gallina), ya fue muy cobarde con este tema.
Al médico donostiarra lo mataron en la pared del cementerio, y lo enterraron allí.
Paradójicamente ni la iglesia ni la basílica sufrieron daño alguno, pero murieron dos personas en ese acto de propaganda fascista.