María Dolores fue detenida junto a las hermanas Arrieta Zubimendi el 7 de julio de 1937 tras su regreso a Azpeitia. Dolores había sido durante el período republicano secretaria de Emakumey a partir de agosto de 1936 la encargada de cocinas del cuartel de los gudaris. Estos antecedentes se unieron a la denuncia interpuesta por Rosario Echevarria Altamira, Ignacia Bereciartua Azpiazu y Pilar Aguirre Pérez, la cual motivó su detención. Según éstas, al igual que en el caso de las hermanas Arrieta Zubimendi, Dolores había participado en la detención de las denunciantes, y era una nacionalista destacada que profería constantemente gritos contra los sublevados. Sin embargo, como en el caso de las hermanas mencionadas, declararon ante el juez que realmente no podían asegurar que Dolores hubiera participado en su arresto y que simplemente lo habían afirmado porque «lo habían oído decir». En cualquier caso, a Dolores se le añadía dos imputaciones más vertidas tanto por las denunciantes como por Julián Orbegozo, las cuales señalaban a Dolores como una de las participantes en la requisa de gallinas efectuada en la vivienda del párroco de Nuarbe, junto con María Altuna Astigarraga y Gloria Zabaleta Olazabal. Al igual que contra éstas, el que fuera miembro del Comité de Defensa de Azpeitia (condenado a 30 años de prisión), Anastasio Errasti «Atxero», acusó a la encartada de ser nacionalista «de las más destacadas» y de efectivamente haber participado en la requisa mencionada. Asimismo, las denunciantes afirmaron que Dolores «obligó a confeccionar buzos para los milicianos». Con todo, en abril de 1938 el juez instructor explicaba en su escrito que aunque quedaba probada la militancia política de Dolores, la «denuncia de haber intervenido en la detención de tres margaritas de la localidad queda desvanecida por la poca consistencia de la misma, y teniendo en cuenta la poca importancia de la detención, que fueron tres o cinco días en sus domicilios». Por ello, consideró que «los diez meses que lleva detenida como suficientes para sancionar su actuación». Sin embargo, en el mes de agosto la Auditoria de Guerra desestimó las consideraciones del juez instructor y decidió abrir un procedimiento sumarísimo contra Dolores. Tras varios meses de instrucción, el 7 de marzo de 1939 Dolores fue condenada a 1 año de prisión menor por un supuesto delito de «proposición para rebelión militar» en base a su condición de secretaria de Emakume y sus servicios en favor «del Frente Popular». Asimismo, fue condenada a 4 meses de arresto y al pago de 400 pesetas al considerarla responsable de las requisas de gallinas efectuadas en la vivienda del párroco de Nuarbe(*).
La acusaron también de haber robado huevos y gallinas a los caseros que venían a la calle a venderlas.
El único comentario que recuerdo es que dijo que en la cárcel pasaron mucha hambre.