Cuentos

Cómo los yetis acabaron con los yetis

En Khumbu, en las montañas del Nepal, vivían unos muñecos de nieve que se llamaban yetis.

Los yetis no se dejaban ver de día, se ocultaban en la nieve y observaban los trabajos de los hombres.

Cuando oscurecía, los yetis bajaban a las aldeas y querían hacer lo mismo que los hombres, pero eran tan torpes que deshacían lo que los hombres habían hecho durante el día, estropeando todas las huertas.

Los habitantes de Khumbu, los famosos sherpas, no se atrevían a luchar contra los yetis: eran muchos y muy fuertes.

Tras largo pensar y discutir, los sherpas idearon un plan. Sabían que de día los yetis los vigilaban escondidos en la nieve, y eso era muy importante...

Un día los yetis vieron que los xerpas bebían de una barrica, luchaban con unas espadas y luego se iban a casa.

Cuando oscureció, todos los xerpas estaban en sus ventanas: querían ver el resultado del plan.

Los yetis bajaron, e hicieron lo que habían hecho los hombres. Bebieron y se emborracharon, y pelearon con espadas y se mataron unos a otros. Porque la barrica no estaba llena de agua, como la que habían bebido los xerpas, y las espadas tampoco eran de madera, como las que usaron en su lucha: la barrica estaba llena de licor y las espadas eran de cortante acero.

Y los xerpas pudieron cultivar sus tierras en paz.

Pero de vez en cuando miran a la montaña y piensan que alguien los vigila desde la nieve: el yeti, un superviviente de aquella batalla, el hombre de las nieves que nadie ha visto pero que todos saben que habita allí arriba, en el Himalaya.

Texto: Koldo Izagirre

Traducción: Koldo Izagirre

Voz: Iñaki Berazategi

Este es el cuento de los yetis que mataron a los yetis, y viene escalando desde el Nepal

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