El ojo, la oreja, la mano y el pie
El ojo, la oreja, la mano y el pie vivían en Gabón, un pequeño país en la costa atlántica de África. Un día se adentraron los cuatro en la selva.
La oreja oyó un ruido.
El ojo vio un animal.
El pie corrió tras él.
La mano lo atrapó y lo mató.
Mientras transportaban su caza al poblado, la oreja dijo:
Yo oí el ruido, el animal es mío.
El ojo dijo:
Yo lo vi primero, es mío.
El pie dijo:
Soy yo quien corrió tras él, me pertenece a mí.
La mano dijo:
Es mío, porque yo lo atrapé y lo maté.
Discutieron y discutieron, pero no lograron ponerse de acuerdo.
Llegaron al poblado y convocaron al tribunal.
El tribunal estaba presidido por el mosquito. Escuchó pacientemente los argumentos del ojo, de la oreja, del pie y de la mano. Cuando los cuatro terminaron de hablar, el mosquito dijo:
Ese animal pertenece a la oreja.
Y aunque el ojo, el pie y la mano no estaban conformes, tuvieron que aceptar la sentencia.
Por la noche, el mosquito se acercó a la oreja.
Ese animal es tuyo...
La mano intentaba alejarlo, pero el mosquito volvía junto a la oreja y repetía:
Ese animal es tuyo...
El mosquito buscaba su recompensa.
Y desde entonces, la mano del hombre intenta alejar al mosquito de la oreja.
Texto: Koldo Izagirre
Traducción: Koldo Izagirre
Voz: Iñaki Berazategi