Cuentos

Juanico el oso y el castillo de los dolores

Juanico salió a conocer el miedo y se hizo amigo de un leñador.

Juanico y su amigo caminaron y caminaron, y al fin se encontraron con un hombre que estaba a la puerta de un molino. El hombre tenía una rueda de molino en su dedo, como un anillo, y se entretenía dándole vueltas.

Viendo aquello, Juanico y su amigo el leñador se dijeron:

«¡El mundo está lleno de gente como nosotros!»

—¿A dónde vais? —les preguntó el molinero.

—¡A conocer el miedo! —le respondieron.

—A mí también me gustaría conocerlo —dijo el molinero.

—¡Ven con nosotros! —le dijeron.

Y allá se fueron los tres a conocer el miedo del mundo.

Llegaron a un castillo. No había nadie, pero en la cocina había comida en abundancia.

También había armas.

Echaron a suertes quién se encargaría de cocinar, mientras los otros dos salían a cazar.

Le tocó en suerte al leñador.

El leñador se quedó a preparar la comida, y Juanico y el molinero se fueron de caza.

Al poco rato apareció un anciano a la puerta del castillo. Venía pobremente vestido, y pidió de comer.

El leñador le dijo que tenía mucho trabajo, que no le podía dar nada.

Entonces el viejo mendigo le dio una gran paliza al molinero y lo dejó en la cama, todo dolorido.

Cuando llegaron Juanico y el molinero, el leñador les dijo:

—Me duele todo el cuerpo.

—¿Pero qué te ha pasado? —le preguntaron.

—Me duele todo el cuerpo.

—No te preocupes, yo prepararé la comida —dijo Juanico el oso.

Juanico preparó la comida y comieron los tres. Y el leñador se curó.

Al día siguiente echaron a suertes quién se quedaría cocinando mientras los otros dos se iban a cazar.

Y le tocó quedarse al molinero.

Cuando pasaron un rato cazando, el leñador le dijo a Juanico:

—Vamos al castillo.

Cuando llegaron, el molinero estaba en la cama.

—Me duele todo el cuerpo.

—¿Pero qué te ha pasado? —le preguntaron.

—Me duele todo el cuerpo.

Al día siguiente fue Juanico quien se quedó cocinando. Cocinando y pensando, porque estaba claro que allí pasaba algo raro.

Pensaba y pensaba cómo vencer a los dolores.

Texto: Koldo Izagirre

Traducción: Koldo Izagirre

Voz: Iñaki Berazategi

Este es el cuento del oso Joantxo y el castillo de los dolores

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