Ángel Otaegi nació en Nuarbe el 13 de enero de 1942. En 1959, a los 17 años, comenzó a trabajar en el taller Irimo de Zumarraga, y posteriormente en varias fábricas y talleres de Azpeitia como Urkizu, Sprint y Glual. También trabajó como pescador en los puertos de Orio y Getaria, regresando después a Azpeitia e incorporándose a la plantilla de la empresa de máquinas hidráulicas Glual, la última en la que trabajó antes de su detención.
Tras un período relacionado con el entorno de EGI, en 1972 Ángel Otaegi se incorporó al Frente Obrero de ETA-V, si bien, poco después, a comienzos de 1973, pasó al Frente Militar. El 18 de noviembre de 1974 fue detenido en su domicilio de Nuarbe, al relacionársele con el atentado contra el guardia civil Gregorio Posada Zurrón en abril de aquel mismo año. Tras su detención fue recluido en la prisión de Martutene (Donostia), donde permaneció hasta que el 25 de abril de 1975 fue trasladado a Burgos. Un día más tarde se declaró el estado de excepción en las provincias de Bizkaia y Gipuzkoa, y en la jornada del 27 el fiscal del caso contra Ángel Otaegi y el otro encausado en la muerte de Gregorio Posadas, José Antonio Garmendia, solicitó la pena de muerte para ambos.
La coincidencia de los hechos no parece casual, pero en cualquier caso lo que provocó es que las peticiones de libertad de Otaegi y Garmendia se sumaran a los paros, asambleas y manifestaciones contrarias al estado de excepción.(*) En consecuencia, el consejo de guerra contra los dos militantes de ETA se retrasó hasta el 28 de agosto de 1975. De las aproximadamente 80 personas que acudieron al juicio celebrado a 12 kilómetros de Burgos, en el cuartel del Regimiento de Artillería número 63 en Castrillo del Val, tan solo dieron acceso a 24. A pesar de que el régimen afirmó que el juicio iba a ser “público”, no se permitió la presencia de periodistas extranjeros, y a los observadores internacionales que acudieron (MARTÍN Achad, Georges Impesp, Kurt Madlein y Mme Zieglier), se les denegó la entrada en la sala donde se iba a celebrar el consejo de guerra. A partir de aquel día 28 las movilizaciones tanto en Euskal Herria como en el resto del Estado se intensificaron, destacando principalmente las huelgas del 11 y 12 de septiembre en las provincias vascas.(*) En el ámbito internacional se produjeron actos de protestas en casi todas las capitales europeas, y se pronunciaron en favor del indulto instituciones como la Comisión Europea, la ONU y el papa Pablo VI.
El sábado 30 de agosto el tribunal militar sentenció a la pena de muerte a Otaegi y Garmendia. El 26 de septiembre el Consejo de Ministros ratificó la condena contra Ángel Otaegi y conmutó a cadena perpetua la de José Antonio Gramendia. La madrugada de aquel día 26 la madre de Ángel Otaegi se despidió de su hijo, y el 27 a las 8:00 h fue fusilado. Ese mismo día comenzó en Hego Euskal Herria una huelga general de tres días, y se dieron protestas tanto en el resto del Estado como a nivel internacional.(*) Además de Ángel Otaegi, el 27 de septiembre de 1975 el régimen franquista fusiló a cuatro personas más tras consejo de guerra: a Juan Paredes Manot “Txiki” en Barcelona, y a los militantes del FRAP José Humberto Baena, Luis Sánchez Bravo y Ramón García Sanz en Madrid. 252 civiles fueron condenados en consejos de guerra en 1975.(*)