Vecino de Azpeitia. Movilizado por los sublevados e incorporado al tercio de San Ignacio. Herido en el frente de guerra en julio de 1937.
Comandante del tercio de Lacar, y por tanto dirigente de las tropas sublevadas que conquistaron Azpeitia el 20 de septiembre de 1936. Invitado por el ayuntamiento de Azpeitia a los festejos del primer aniversario de la toma de Azpeitia.
Nacido en 1918 y vecino de Azpeitia. Declarado «prófugo» por el ayuntamiento franquista de Azpeitia en 1940.
Natural de Arrona (Zestoa) y vecino del arrabal de Bustinzuri de Azpeitia. Mecánico de profesión. Trabajador del ferrocarril del Urola despedido el 20 de septiembre de 1936. Huyó de Azpeitia en dirección a Bizkaia poco antes de la entrada de las tropas sublevadas en el municipio. Refugiado en Bilbao en marzo de 1937. Probablemente incorporado al Ejército Vasco a mediados de 1937.
Natural del caserío Oielantzun del barrio de Odria. Militante de ANV. Gudari de la compañía Euzko Indarra desde el 31 de agosto de 1936.
Natural del caserío Oielantzun del barrio de Odria y ebanista de profesión, Fernando era de ideología nacionalista. Tras la caída de Azpeitia se enroló en algún batallón del Ejército Vasco, probablemente en Euzko Indarra de ANV al igual que su hermano Félix.
Posteriormente fue capturado por las tropas franquistas y encerrado en la prisión de Los Escolapios. El 11 de enero de 1938 el consejo de guerra celebrado en Bilbao lo condenó a 30 años de prisión por un supuesto delito de «auxilio a la rebelión», al haber dado por buenas las acusaciones que definían a Fernando como un «elemento destacado» del nacionalismo en Azpeitia, implicado en varios saqueos. Asimismo, fue acusado de participar en la detención de Nazario Sorazu Aizpitarte, vecino del caserío Murgil de Oinatz, el cual falleció con posterioridad en el frente de Asturias enrolado en el tercio de San Ignacio. En abril de 1941 Fernando fue trasladado a los Talleres Penitenciarios de Alcalá de Henares (Madrid), lugar en el que permaneció hasta serle concedida la libertad condicional el 8 de agosto de 1942.
Oriundo del caserío Garatxabal del barrio de Odria, Ignacio se enroló como voluntario en el batallón Loyola, actuando en varios frentes hasta su detención en el municipio cántabro de Limpias en agosto de 1937. En un primer momento fue encarcelado en Castro Urdiales, y posteriormente trasladado a Santoña. En octubre de 1937 fue juzgado por primera vez en consejo de guerra, el cual dictó el sobreseimiento de la causa y el envío de Ignacio al campo de concentración de Miranda de Ebro. Poco después fue destinado al batallón de trabajadores n° 64 de Estella, que en aquel momento se hallaba en Oteiza; si bien, a comienzos de 1938 recibió la orden de ir a Zestoa para integrarse en el tercio de San Ignacio.
Enviado al frente de Teruel, el 2 de marzo de 1938 ocurrió un episodio por el que fue juzgado por segunda vez en consejo de guerra, esta vez junto a otros tres azpeitiarras también protagonistas: Lucas Manuel Orbegozo Orbegozo, Ignacio Zubimendi Olaizola y Tomás Odriozola Echeverria. Al parecer, en la madrugada de aquel 2 de marzo estos cuatro hombres más el hermano de Ignacio, José Ramón, (enjuiciado en un procedimiento aparte) y un sexto azpeitiarra no imputado (Antonio Orbegozo Arzuaga), encontrándose en la posición de Villa Felisa, se acercaron a un caserío con la intención de hacerse con unas gallinas. Antonio Orbegozo quedó de guardia a unos 20 metros del caserío, mientras que los demás fueron apresados al acercarse a dicha vivienda.
Por este hecho, se les acusó de haber desertado «pasándose al enemigo», cuya posición se encontraba a aproximadamente 1 km, y con los que, una vez atrapados, combatieron hasta el final de la guerra. Por ello, cuando a finales de mayo de 1939 regresaron a Azpeitia fueron apresados e interrogados por la Guardia Civil, al tiempo que Falange y alcaldía de Azpeitia emitían informes desfavorables contra Ignacio y el resto, acusándoles de «nacionalistas» y dando por probada la evasión dado «su espíritu de traición y felonía a España». En el mes de octubre fueron traslados a la prisión de Ondarreta. Entre febrero y marzo de 1940, varios vecinos de Azpeitia que también se encontraba en el mismo tercio fueron interrogados en Donostia, declarando todos ellos que quizás los acusados eran de «ideas nacionalistas» pero que no habían observado en su actitud que les hiciera «sospechar de su desafección a la Causa Nacional». En cualquier caso, la declaración principal fue la de Antonio Orbegozo, el cual había quedado montando guardia. Según su relato, llevaba una hora y media en su posición cuando decidió regresar al no tener noticias de sus compañeros, sin que en el transcurso de ese tiempo viera o escuchara nada sospechoso. Por ello, pensó que habían desertado.
El 5 de marzo de 1940 Ignacio volvió a prestar declaración asistido por un intérprete de castellano, al igual que otros declarantes azpeitiarras del mismo sumario. En dicha declaración relato nuevamente que habían sido interceptados por unos veinte milicianos que «poco antes de llegar al caserío, de una tejavana salieron los rojos que les desarmaron» y les hicieron prisioneros. El 9 de mayo Ignacio prestó su tercera y última declaración desde que en mayo de 1939 fuera detenido en Azpeitia, si bien, permaneció encarcelado un año más antes de que el consejo de guerra emitiera su veredicto. El 1 de mayo de 1941 el tribunal militar argumentaba que los cuatro eran de «ideología separatista» pero de «buena conducta», y daba por buena la versión de la captura. Por ello, Ignacio y el resto de los encausados fueron absueltos y puestos en libertad.
Vecino de Azpeitia. Conductor ferroviario. Trabajador del ferrocarril del Urola. Depurado por la Jefatura del Regimiento de Ferrocarriles, 5ª Unidad. Un mes sin sueldo.
Nacido en 1915 en el caserío Garatxabal y vecino del caserío Gerraundi del barrio de Elosiaga. Alpargatero de profesión. La historia de José Ramón a partir de agosto de 1936 es prácticamente idéntica a la de su hermano Ignacio (éste tres años mayor), si bien, en el caso de José Ramón el desenlace fue más trágico. Combatiente del batallón Loyola, intervino en varios frentes de guerra en el «Frente Norte» hasta su detención en Laredo en agosto de 1937. Clasificado como prisionero de guerra, probablemente por la Comisión Clasificación de Prisioneros de Miranda de Ebro, fue destinado al batallón de trabajadores n° 64 de Estella. De este batallón salieron José Ramón, Ignacio, y el resto de los encausados con éste último, para enrolarse en el tercio de San Ignacio a comienzos de 1938.
El 2 de marzo de ese mismo año ocurrió el episodio de la posición de Villa Felisa en el frente de Teruel, por el que José Ramón y otros 4 azpeitiarras acabarían de nuevo enrolados en el bando antifranquista y posteriormente juzgados en consejo de guerra. Sin embargo, a diferencia del resto, José Ramón fue encartado en un proceso sumarísimo aparte, por el que fue condenado a 30 años de reclusión mayor el 9 de agosto de 1940. Mientras que el consejo de guerra que juzgó a su hermano Ignacio y al resto de los encausados consideró que éstos fueron capturados por fuerzas republicanas, en la sentencia condenatoria emitida contra José Ramón se especificaba que el paso al «enemigo» se produjo de manera voluntaria.
Por tanto, José Ramón, encarcelado en Ondarreta desde finales de 1938, fue el único condenado de los 5 azpeitiarras protagonistas de esta historia. Tras la condena estuvo recluido en un batallón de trabajadores en Errenteria durante 11 meses.
Nacido en Azpeitia en 1915 y vecino de la calle Santo Domingo. Tallista de profesión. Combatiente incorporado a un batallón de zapadores del Ejército Vasco el 19 de septiembre de 1936. El 26 de marzo de 1939 se refugió en el Estado francés regresando pocos meses después a Azpeitia. El 7 de julio fue detenido por la Guardia Civil de Azpeitia y encarcelado en la prisión de este municipio, por orden del gobernador civil de Gipuzkoa. Fue puesto en libertad el día 13. Declarado «desafecto» por el ayuntamiento franquista de Azpeitia en 1940.
Nacido en Azpeitia en 1915 y vecino de la calle Santo Domingo. Ebanista de profesión. Movilizado por los sublevados e incorporado al tercio de San Ignacio con la graduación de boina roja. Herido en el frente de guerra de Lemoa el 6 de junio de 1937.
Nacido en Azpeitia en 1915 y vecino de la calle Santo Domingo. Combatiente incorporado a un batallón de zapadores del Ejército Vasco.
Vecino de Azpeitia. Ebanista de profesión. Afiliado a UGT en 1934.
Nacido en Beasain en 1905 y vecino del caserío Kaminburu. Labrador de profesión. Movilizado por los sublevados e incorporado al tercio de San Ignacio con la graduación de boina roja.
Nacido en 1889 en Azpeitia y vecino de este municipio. Miembro independiente de la corporación municipal constituida el 17 de abril de 1931.
Oriundo del caserío Malkorre del barrio de Aratz-Erreka, José Cruz era ebanista de profesión y estaba afiliado al sindicato STV. Tras el inicio de la guerra prestó servicios de guardia y actuó como sereno. Posteriormente huyó a Bilbao, donde ingresó en el batallón n° 11 de ingenieros al ser llamada su quinta. Hasta su captura en Balmaseda el 29 de junio de 1937 estuvo con su batallón construyendo trincheras. Trasladado al campo de concentración de Miranda de Ebro, fue clasificado en el «apartado A», permaneciendo prisionero hasta su traslado a la prisión de Ondarreta.
A comienzos de 1938 fue juzgado mediante proceso sumarísimo de urgencia en el juzgado militar de Donostia. Además de hacerse referencia a su militancia sindical y a su actuación en el frente, la sentencia del 22 de noviembre de 1939 daba por buenas las acusaciones que lo situaban en la requisa de varios terneros en el caserío Aritzaga del barrio de Elosiaga. Sin embargo, el tribunal consideró que José Cruz no fue un elemento destacado, ni durante el «dominio rojo» ni en su proceder en el frente, por lo que dictó su absolución y clasificación en el «Apartado B». Esto supuso su vuelta a un campo de concentración y su ingreso en un batallón de trabajadores.
Cestero de profesión, este vecino del barrio de Aratz-Erreka huyó a Bilbao al igual que su hermano José Cruz a mediados del mes de septiembre de 1936, sin que con anterioridad hubiera realizado actividad alguna en favor del Comité de Defensa. En marzo de 1937 fue movilizada su quinta ingresando en el batallón de infantería Amaiur, en el cual actuó como combatiente hasta su captura en Laredo en el mes de agosto. Tras permanecer unos meses en el campo de concentración de Castro Urdiales, fue trasladado al de Aranda de Duero, desde donde posteriormente fue enviado al batallón de trabajadores n° 64 de Estella.
A comienzos de 1938 ingresó en el tercio de San Ignacio y fue enviado al frente de Teruel, viéndose involucrado en el episodio acontecido en la posición de Villa Felisa por el que tanto él como 4 azpeitiarras más fueron juzgados en consejo de guerra. El 2 de marzo de 1938, los hermanos Odriozola Alberdi, Lucas Orbegozo, Ignacio Zubimendi y Tomás fueron hechos prisioneros por el ejército republicano cuando se dirigían a un caserío abandonado del que pretendían obtener varias gallinas. Sin embargo, todos ellos fueron acusados de haber desertado, y con posterioridad haber servido en el «ejército enemigo» desde entonces y hasta el final de la guerra.
Por ello, a partir del mes de mayo de 1939 se abrió un procedimiento sumarísimo contra Tomás y el resto de azpeitiarras implicados. En el caso concreto de Tomás, éste se definió ante el juez como un individuo «católico de derechas, y simpatizante del nacionalismo vasco», habiendo estado afiliado a STV durante un año «por estar mejor con su amo». Asimismo, al igual que sus compañeros detenidos y procesados, relató el episodio en el que fueron capturados. Además de ello, Tomás explicó como desde su captura fue integrado en un cuerpo antiaéreo del ejército republicano hasta su entrega en Madrid al finalizar la guerra.
El 1 de mayo de 1941 el tribunal militar argumentaba que tanto Tomás como el resto de los encausados eran de «ideología separatista» pero de «buena conducta», y daba por buena la versión de la captura. Por ello, los encausados fueron absueltos y puestos en libertad.
Vecino de Azpeitia. Movilizado por los sublevados e incorporado al tercio de San Ignacio. Herido en el frente de guerra de Lemoa.
Natural de Azpeitia. Marino de profesión. Afiliado a UGT. Combatiente del Ejército Vasco incorporado a la Marina Vasca de Guerra. Destinado en los navíos Araba (entre diciembre de 1936 y abril de 1937), Gipuzkoa (entre abril y junio de 1937), Ciscar (entre junio y julio de 1937), y Gipuzkoa (entre julio y noviembre de 1937).
Nacido en Beasain en 1909 y vecino del caserío Ibarrola del barrio de Aratz-Erreka. Labrador de profesión. Movilizado por los sublevados e incorporado al tercio de San Ignacio con la graduación de requeté. Herido en el frente de guerra en abril de 1937.
Nacido en 1916. Vecino del caserío Ibarrola del barrio de Aratz-Erreka. Labrador de profesión. Movilizado por los sublevados e incorporado al tercio de San Ignacio con la graduación de requeté. Fallecido en el frente de guerra de Bizkaia el 2 de abril de 1937.
Natural de Nuarbe y vecino de Tolosa. Almacenero de profesión. Movilizado por los sublevados e incorporado al regimiento de Infantería Cazadores Ceriñela n° 6. Herido en el frente de guerra de Aragón.
Vecino de la calle San Ignacio de Azpeitia. Movilizado por los sublevados como soldado de reemplazo. Fallecido en el frente de guerra del Ebro el 14 de agosto de 1938.
Vecino de la calle San Ignacio de Azpeitia. Movilizado por los sublevados e incorporado al tercio de San Ignacio. Fallecido en el frente de guerra de Durango el 5 de junio de 1937.
Vecina de Azpeitia. Afiliada a la asociación femenina carlista Margaritas.
Oriundo del caserío Zuola de Urrestilla. Movilizado por los sublevados e incorporado al tercio de San Ignacio. Fallecido en el hospital militar de Vitoria el 25 de abril de 1937.
Nacido en 1921. Oriundo del caserío Zuola de Urrestilla. Movilizado por los sublevados e incorporado al tercio de San Ignacio con la graduación de boina roja. Fallecido en el frente de guerra de Lemoa el 3 de junio de 1937.
Nacido en 1915 en Zestoa y vecino de Azpeitia. Combatiente del Ejército Vasco.
Vecina de Azpeitia. Josefa era la mujer del miliciano del batallón socialista UHP Juan Campos Eceiza. El 11 de septiembre de 1937 fue detenida en su domicilio e investigada por el juzgado militar n° 4 de Donostia «para depurar su actuación en los partidos adictos al Frente Popular». No obstante, a primeros de julio de 1938 Josefa fue absuelta de todo cargo y puesta en libertad tras considerar el juez militar instructor que «la pequeña colaboración aportada a la causa marxista, influida por la ideología de su marido» no eran constitutivo de delito. En cualquier caso, se consideró que los «antecedentes izquierdistas» de Josefa ya habían sido suficientemente castigados con el tiempo que había permanecido en prisión preventiva.
Natural de Azpeitia y vecino de Hernani. Movilizado por los sublevados. Acusado de deserción en 1939. Caso sobreseído en agosto de 1940.
Nacido en Azpeitia en 1913 y vecino de este munipio. Alpargatero de profesión. Tras el inicio de la sublevación militar Jesús hizo guardias armadas en diferentes enclaves montañosos del municipio de Azpeitia. El 20 de septiembre de 1936 fue trasladado a Saturraran, y posteriormente a Gernika donde se enroló en el batallón Itxarkundia. En esta unidad actuó como camillero en varios frentes (Otxandio, Urkiola o Artxanda) hasta su detención junto al resto del batallón en la localidad cántabra de Limpias el 26 de agosto de 1937. Después de pasar 40 días en un campo de concentración, estuvo recluido un año aproximadamente en la segunda compañía del batallón de trabajadores n° 25 instalado en Zaragoza. En agosto de 1938 la Comisión de Prisioneros de Zaragoza solicitó a la Guardia Civil de Azpeitia información sobre los antecedentes de Jesús, informando días más tarde el comandante Hermenegildo Calvo acerca de «los rumores» que «dan como cierto» su alistamiento voluntario en los cuarteles de Loiola. Con todo, la Comisión mencionada calificó a Jesús en el «apartado C». A comienzos de 1939 el juzgado militar n° 11 de Donostia abrió diligencias previas contra Jesús y otros 11 encartados, motivo por el cual fue enviado a la prisión de Los Escolapios en Bilbao. Sin embargo, los informes, tanto del ayuntamiento de Azpeitia como de Falange, no pudieron concretar aquellos rumores que citaba el escrito de la benemérita, por lo que el 6 de octubre de 1939 se le concedió la prisión atenuada tras el archivo de la causa, con la prohibición de no poder salir de la localidad en la que fijara su residencia. Encontrándose en la prisión de Ondarreta desde el 28 de septiembre de 1939, el 14 de octubre fue puesto en libertad.
Nacido en 1914. Oriundo del caserío Sokin del barrio de Loiola. Movilizado por los sublevados. Soldado forzoso. Fallecido en el frente de guerra de Gernika el 10 de mayo de 1937.
Natural y vecino de Azpeitia. Tapicero de profesión. Trabajador de la empresa Dámaso Azcue. Combatiente incorporado a la Comandancia de Azpeitia con la graduación de sargento. Herido en el frente de guerra de Belkoain (Aduna). Posteriormente agregado al batallón Loyola.
Vecino de Azpeitia. Movilizado por los sublevados e incorporado al tercio de San Ignacio. Herido en el frente de guerra de Bizkaia el 2 de abril de 1937.
Nacida en Azpeitia. Religiosa. Fusilada en Valencia por fuerzas republicanas.
Natural y vecino de Azpeitia. Alpargatero de profesión. Combatiente incorporado a la 11° compañía de la Comandancia de Azpeitia. Posteriormente gudari del batallón Loyola.
Vecino de Azpeitia. Combatiente del Ejército Vasco.
Vecina del caserío Landeta del barrio de Oinatz. Retenida en el santuario de Loiola por orden, probablemente, del Comité de Defensa de Azpeitia.
Vecina de Azpeitia. Presidenta de Emakume Abertzale Batza en 1934.
Vecino de Azpeitia. Ayudante de tornero de profesión. Trabajador del ferrocarril del Urola despedido el 20 de septiembre de 1936.
Natural y vecino de Azpeitia. Combatiente incorporado a la Comandancia de Azpeitia. Huyó de Azpeitia en dirección a Bizkaia poco antes de la entrada de las tropas sublevadas en el municipio.
Nacido en 1912 e hijo del concejal nacionalista Antonio Olaizola Echeverria, Imanol ejerció de corresponsal de los diarios Euzkadi y El Día (diario este último en el que también escribía su padre), mientras trabajaba como «oficial» en una notaría de Azpeitia. Además de ello realizaba traducciones al euskera, de la que destaca la traducción del reglamento municipal de Azpeitia en abril de 1936. Tras el inicio de la guerra prestó varios servicios en favor del Comité de Defensa, siendo nombrado vocal del Comité de Orden Público en el mes de septiembre. Posteriormente huyó de Azpeitia y actuó como miliciano del batallón Loyola en varios frentes de guerra hasta su captura en agosto de 1937 en el municipio cántabro de Limpias. Encarcelado, a comienzos de 1938 un juzgado militar de Bilbao procedió a su enjuiciamiento, siendo condenado en consejo de guerra a 12 años y 1 día de prisión por un supuesto delito de «auxilio a la rebelión». En la sentencia del 29 de noviembre de 1938 se especificaba que durante el período en el que actuó como vocal del Comité de Orden Público «no se llevó a efecto ninguna detención». El 5 de marzo de 1939 fue trasladado a la prisión del fuerte de San Cristóbal, donde permaneció recluido hasta el 14 de agosto de 1940, fecha en la que le fue otorgada la prisión atenuada.
María Dolores fue detenida junto a las hermanas Arrieta Zubimendi el 7 de julio de 1937 tras su regreso a Azpeitia. Dolores había sido durante el período republicano secretaria de Emakume y a partir de agosto de 1936 la encargada de cocinas del cuartel de los gudaris. Estos antecedentes se unieron a la denuncia interpuesta por Rosario Echevarria Altamira, Ignacia Bereciartua Azpiazu y Pilar Aguirre Pérez, la cual motivó su detención. Según éstas, al igual que en el caso de las hermanas Arrieta Zubimendi, Dolores había participado en la detención de las denunciantes, y era una nacionalista destacada que profería constantemente gritos contra los sublevados. Sin embargo, como en el caso de las hermanas mencionadas, declararon ante el juez que realmente no podían asegurar que Dolores hubiera participado en su arresto y que simplemente lo habían afirmado porque «lo habían oído decir».
En cualquier caso, a Dolores se le añadía dos imputaciones más vertidas tanto por las denunciantes como por Julián Orbegozo, las cuales señalaban a Dolores como una de las participantes en la requisa de gallinas efectuada en la vivienda del párroco de Nuarbe, junto con María Altuna Astigarraga y Gloria Zabaleta Olazabal. Al igual que contra éstas, el que fuera miembro del Comité de Defensa de Azpeitia (condenado a 30 años de prisión), Anastasio Errasti «Atxero», acusó a la encartada de ser nacionalista «de las más destacadas» y de efectivamente haber participado en la requisa mencionada. Asimismo, las denunciantes afirmaron que Dolores «obligó a confeccionar buzos para los milicianos».
Con todo, en abril de 1938 el juez instructor explicaba en su escrito que aunque quedaba probada la militancia política de Dolores, la «denuncia de haber intervenido en la detención de tres margaritas de la localidad queda desvanecida por la poca consistencia de la misma, y teniendo en cuenta la poca importancia de la detención, que fueron tres o cinco días en sus domicilios». Por ello, consideró que «los diez meses que lleva detenida como suficientes para sancionar su actuación». Sin embargo, en el mes de agosto la Auditoria de Guerra desestimó las consideraciones del juez instructor y decidió abrir un procedimiento sumarísimo contra Dolores.
Tras varios meses de instrucción, el 7 de marzo de 1939 Dolores fue condenada a 1 año de prisión menor por un supuesto delito de «proposición para rebelión militar» en base a su condición de secretaria de Emakume y sus servicios en favor «del Frente Popular». Asimismo, fue condenada a 4 meses de arresto y al pago de 400 pesetas al considerarla responsable de las requisas de gallinas efectuadas en la vivienda del párroco de Nuarbe.
Vecino de Azpeitia. Mozo de estación. Trabajador del ferrocarril del Urola. Depurado por la Jefatura del Regimiento de Ferrocarriles, 5ª Unidad. Posteriormente restituido.
Miembro de la Comisión Gestora nombrada por el gobernador civil de Gipuzkoa el 28 de septiembre de 1934, ocupando el cargo de tercer teniente-alcalde. Miembro de la corporación municipal constituida el 14 de octubre de 1936 por orden de la Junta de Guerra Carlista de Gipuzkoa.
Oriundo del caserío Agite del barrio de Loiola, Simón residía en Donostia durante el período republicano. Fue fundador de la Unión Gastronómica Guipuzcoana y estaba afiliado a STV. Parece ser que fue detenido en su domicilio en presencia de su esposa e hijo, debido a la denuncia interpuesta por un compañero de trabajo que delató la militancia de Simón. Según el acta de defunción emitida en septiembre de 1940 por el juzgado de Donostia, Simón desapareció el día 8 de octubre de 1936 tras ser «liberado», si bien, es probable que fuera fusilado en el municipio de Hernani. Según la familia, fue ejecutado en el paraje de Galarreta (Hernani). Simón tenía 28 años, estaba casado con Paulina Alustiza y era padre de un hijo menor de edad.
Vecino de Azpeitia. Barnizador de profesión. Encarcelado en la prisión de Azpeitia entre el 7 y 13 de julio de 1939 por orden del gobernador civil de Gipuzkoa. Su detención se produjo junto a la de otros azpeitiarras como Juan Campos Loinaz y Daniel Altamira, los cuales acababan de regresar del exilio. Por tanto, es probable que Antonio también hubiera estado exiliado y que fuera detenido por la misma causa.
Concejal nacionalista, representante de la candidatura baserritarra, presidente del batzoki y corresponsal del diario El Día, Antonio fue sin duda uno de los personajes más influyentes del nacionalismo vasco en Azpeitia. Tras el inicio de la guerra, concretamente entre el 20 y el 26 de julio de 1936, ocupó el cargo de alcalde interino, siendo el responsable de redactar y enviar al gobernador civil de Gipuzkoa el telegrama de adhesión a la República y en contra del «movimiento sedicioso». Asimismo, formó parte del Comité de Defensa de Azpeitia, siendo el encargado de cocinas y comedores habilitados para los milicianos.
Poco antes de la entada de las tropas sublevadas en la localidad huyó a Bilbao, y de ahí a Balmaseda donde fue capturado el 29 de junio de 1937. Trasladado a Logroño, el 29 de julio de ese mismo año la Comisión Clasificadora de Prisioneros decidió mantenerlo en prisión y proponer su enjuiciamiento «teniendo en cuenta las acusaciones formuladas por el alcalde actual de Azpeitia». En consecuencia, a comienzos de 1938 fue trasladado a la prisión provincial de Bilbao a la espera de ser juzgado en consejo de guerra. Durante el mes de febrero Falange, Guardia Civil y alcaldía de Azpeitia emitieron sus respectivos informes en contra de Antonio, en los que se le acusaba de participar en requisas, ordenar detenciones y entrega de armas para el Comité, y finalmente forzar la evacuación de Azpeitia. Por su parte, en su declaración ante el juez militar, Antonio reconoció el haber ocupado todos y cada uno de los cargos a los que hacían referencia los informes de las autoridades franquistas de Azpeitia, si bien, negaba las actuaciones mencionadas anteriormente.
Con todo, el 26 de marzo de 1938 Antonio fue condenado por un supuesto delito de «adhesión a la rebelión» a la pena de reclusión perpetua «con las accesorias de interdicción civil e inhabilitación absoluta». El 1 de julio fue trasladado a la prisión del Puerto de Santa María (Cádiz), lugar en el que permaneció recluido hasta que en 1941 le fue conmutada la pena por 6 años y 1 día de prisión y fue puesto en libertad condicional. El 14 de julio de 1946, Antonio remitió un oficio a las autoridades militares de la Auditoria de Guerra de Burgos solicitando el indulto total tras conocer el decreto del 9 de octubre de 1945. El 9 de agosto de 1946 le fue concedido dicho indulto, manteniéndose la pena de inhabilitación total y otras accesorias.
Nacido en 1916 y vecino del arrabal de Bustinzuri. Barnizador de profesión. Movilizado por los sublevados e incorporado al tercio de San Ignacio con la graduación de requeté.
Vecino de Azpeitia. Movilizado por los sublevados e incorporado al tercio de San Ignacio. Herido en el frente de guerra en junio de 1937.
Nacido en Azpeitia en 1918. Oriundo del caserío Etxaiz-zahar. Labrador de profesión. Movilizado por los sublevados e incorporado al tercio de San Ignacio con la graduación de requeté. Fallecido en el frente de guerra de Lemoa el 8 de junio de 1937.
Nacido en Azpeitia en 1917. Oriundo del caserío Etxaiz zahar. Labrador de profesión. Movilizado por los sublevados e incorporado al tercio de San Ignacio con la graduación de requeté. Fallecido en el hospital militar de Vitoria tras ser herido en el frente de guerra de Otxandio el 4 de abril de 1937.
Nacido en Azpeitia en 1913.Oriundo del caserío Etxaiz-zahar. Labrador de profesión. Movilizado por los sublevados e incorporado al tercio de San Ignacio con la graduación de boina roja. Herido en el frente de guerra de Amorebieta.
Nacido en Azpeitia en 1915. Oriundo del caserío Lepasoro. Movilizado por los sublevados e incorporado al tercio de San Ignacio. Fallecido en el frente de guerra de Sierra Espadan (Castellón) el 22 de septiembre de 1938.
Vecino de Azpeitia. Movilizado por los sublevados e incorporado al batallón de zapadores-minadores n° 6 en septiembre de 1937.
Juez municipal de Azpeitia en 1940.
Vecino de Zumaia. Afiliado a UGT. Secretario del Consejo Obrero del Urola (Sindicato Nacional Ferrocarril), constituido en Azpeitia el 29 de noviembre de 1932. Posteriormente despedido y juzgado en consejo de guerra.
Luis nació en 1917 en Puerto Real (Cádiz) y era vecino de Azpeitia. En concreto, residía en la plazuela de Bustinzuri n° 5. Siendo estudiante, participó en el frente de guerra del Ebro como combatiente. Al parecer fue herido en la Sierra del Caballo, sita en la provincia de Alicante, falleciendo posteriormente en su domicilio el 19 de octubre de 1938. Desconocemos en qué bando quedó enrolado, pero en cualquier caso no es citado en el listado elaborado por el ayuntamiento franquista de Azpeitia en relación a los azpeitiarras fallecidos en el frente enrolados en el bando sublevado. Luis tenía 21 años.
Vecino de Azpeitia. Incorporado al cuerpo de la Ertzaintza.
Vecino de Azpeitia. Labrador de profesión. Julián quedó enrolado en la 2° compañía Lartaun del batallón Loyola tras el inicio de la Guerra Civil. Desconocemos el lugar en el que fue capturado así como su actuación en el frente de guerra, si bien, a comienzos de 1938 se encontraba encarcelado en la prisión de Ondarreta. Durante los meses posteriores fue juzgado mediante un procedimiento sumarísimo de urgencia. El 26 de noviembre de ese mismo año, a propuesta del consejo de guerra celebrado en su contra, la Auditoria de Guerra ratificó el sobreseimiento provisional de la causa, clasificando a Julián en el «Apartado B» y enviándolo a un batallón de trabajadores.
Posteriormente, el 25 de febrero de 1941, tuvo que hacer frente a una sanción económica de 500 ptas. impuesta por el Tribunal de Responsabilidades Políticas.
Oriundo del caserío Potzueta del barrio de Elosiaga, Manuel fue elegido concejal del ayuntamiento de Azpeitia en representación de la candidatura baserritarra en abril de 1933. Tras su dimisión junto al resto de concejales en septiembre de 1934 a raíz del conflicto del Concierto Económico, en febrero de 1936 volvió a ocupar su cargo electo hasta su huida de la localidad en el mes de septiembre. A mediados de 1937 fue detenido y trasladado a la prisión de Los Escolapios de Bilbao, donde fue juzgado en consejo de guerra. Según la sentencia del 6 de julio de 1938, Manuel era responsable de un delito «de continuación en el desempeño de cargo público bajo el mando de los rebeldes. ..sin que conste que haya formado parte en ningún otro hecho delictivo». Por ello, fue condenado a 6 años y 1 día de inhabilitación especial para cargo público. El 19 de agosto de 1940, tras haber sido puesto en libertad por la Auditoria de Guerra de Bilbao, el Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas de Navarra lo condenó a 10 años de inhabilitación para el ejercicio de cargo público y al pago de 2.500 ptas. «en concepto de indemnización de perjuicios». Además añadía una tasación en 60.000 ptas. de los bienes del encausado.
Vecino de Azpeitia. Huyó de Azpeitia en dirección a Bizkaia poco antes de la entrada de las tropas sublevadas en el municipio.
Vecino de Azpeitia. Linternero de profesión. Simpatizante tradicionalista. Funcionario en activo tras la entrada de las tropas sublevadas en el municipio.
Nacido en Azpeitia en 1914. Labrador de profesión. Voluntario incorporado al tercio de San Ignacio. Fallecido en el frente de guerra de Otxandio el 4 de abril de 1937.
Oriundo del caserío Barrenola. Voluntario incorporado al tercio de San Ignacio.
Vecino de Azpeitia. Huyó de Azpeitia en dirección a Bizkaia poco antes de la entrada de las tropas sublevadas en el municipio.
Nacido en 1919. Vecino de Azpeitia. Movilizado por los sublevados e incorporado al tercio de San Ignacio.
Nacido en 1909. Vecino de Azpeitia. Movilizado por los sublevados e incorporado al tercio de San Ignacio. Presente en el episodio de Villa Felisa (frente de Teruel) por el que varios compañeros azpeitiarras del tercio fueron juzgados en consejo de guerra.
Vecina de Azpeitia. María recibió a modo de castigo la orden de abandonar el pueblo y dirigirse a Etxalar, por encontrarse su marido (Rufino Larrañaga Iriarte «Kinttela») en el frente de guerra combatiendo contra las tropas sublevadas. En vez de dirigirse a Etxalar, María se escondió junto a su hija pequeña Jone en la localidad de Orio, en casa de un hermano de Rufino. Mientras tanto, sus otros tres hijos tuvieron que ser acogidos en Azpeitia por otro familiar.
Vecino de Azpeitia condenado a la pena de muerte. Posteriormente le fue conmutada.
Industrial alpargatero, Alejandro fue militante del Partido Carlista hasta 1931. En aquel año se afilió al PNV y accedió al cargo público de síndico tras la formación de la corporación municipal azpeitiarra en el mes de abril. Considerado uno de los tres representantes nacionalistas en aquella corporación municipal, Alejandro fue un firme defensor de los derechos históricos vascos durante su mandato, el cual finalizaría con las elecciones municipales de abril de 1933. Entre sus propuestas destacó la defensa del Estatuto de Estella, la rotulación de los nombres de las calles en euskera, y el ensalzamiento de figuras claves de la cultura vasca como el historiador y escritor azpeitiarra Carmelo Echegaray.
Tras el fracaso del Estatuto de Estella, parece ser que Alejandro abandonó el PNV y por ende la actividad política, debido a que el PNV «comenzó con un estatuto que le llaman de Vitoria, laico y separatista». Poco después de ser conquistada Azpeitia por las fuerzas requetés, Alejandro fue multado por el primer comandante militar de Azpeitia, Emilio Gómez del Villa; si bien, su sucesor, el capitán Solchaga, revocó la sanción. Posteriormente, a mediados de 1938, la Guardia Civil de Azpeitia envió un informe a la Comisaría de Investigación y Vigilancia de Donostia en la que se detallaban los antecedentes de Alejandro Orbegozo. Asimismo, se señalaba la mencionada sanción y su supuesta actividad propagandística «anti-española (...) trasladándose a los caseríos con el fin de seguir fomentando el odio a todo lo que representa el sentir de la Nueva España». Por este motivo, el 15 de julio de 1938 fue encarcelado en la prisión de Ondarreta a la espera de ser juzgado en consejo de guerra por un posible delito de «auxilio a la rebelión».
Sin embargo, en sus explicaciones ante el juez militar instructor Alejandro negó las acusaciones de la Guardia Civil y expuso de qué forma colaboró económicamente con la Junta de Guerra Carlista de Azpeitia, de la cual fueron miembros sus hermanos Castor y Julián, así como su cuñado el alcalde Roque Astigarraga. Éstos, a su vez, actuaron como testigos en la causa, ratificando la declaración del encausado y eximiéndole de todo delito. Del mismo modo, el entonces jefe local de Falange, Hilario Bereciartua Uranga, remarcaba en su informe la ayuda que Alejandro prestó a todos aquellos «elementos carlistas que eran perseguidos» por el Comité de Defensa.
En paralelo a la fase de instrucción la enfermería de la cárcel de Ondarreta dio cuenta de la «artritis deformante» que sufría el encartado, por lo que el 8 de septiembre de 1938 se le concedió la libertad condicional. Asimismo, en febrero de 1939, solicitó poder trasladarse a diferentes municipios de Gipuzkoa para la obtención de materias primas para su negocio. Finalmente, el 27 de abril de 1939 fue absuelto de todo cargo, quedando en situación de libertad definitiva.
Nacido en 1896 en Azpeitia y vecino de este municipio. Abogado y empresario. Dueño de la empresa Orbegozo y Cía. Militante carlista. Alcalde de Azpeitia entre 1922 y 1923, y entre 1931 y 1933. Procurador de la «Asamblea General de Ayuntamientos» y miembro de la comisión permanente de alcaldes en favor del Estatuto de autonomía vasco en 1931. El 13 de agosto de 1936 huyó a territorio guipuzcoano controlado por los sublevados tras ser recibir una orden de arresto domiciliario por parte del Comité de Defensa del Frente Popular de Azpeitia. Miembro de la Junta de Guerra Carlista de Azpeitia formada tras la entrada de los sublevados. Miembro de la corporación municipal provisional constituida por los sublevados el 30 de septiembre de 1936. Miembro de la corporación municipal constituida el 14 de octubre de 1936 por orden de la Junta de Guerra Carlista de Gipuzkoa. Declarante en varios juicios contra varios azpeitiarras capturados por los sublevados y juzgados en consejos de guerra.
Natural y vecino de Azpeitia. Comerciante de profesión. Encarcelado por orden del Comité de Defensa del Frente Popular de Azpeitia. Miembro de la Junta de Guerra Carlista de Azpeitia formada tras la entrada de los sublevados. Comandante Militar de la Plaza de Azpeitia. Militante de Falange en 1939. Presidente de la Diputación de Gipuzkoa. Declarante en varios juicios contra varios azpeitiarras capturados por los sublevados y juzgados en consejos de guerra.
José Francisco nació en 1909 y era oriundo del caserío Uranga del barrio de Aratz-Erreka. En 1934 se encontraba citado en un listado elaborado por el ayuntamiento de Azpeitia relativo a obreros que solicitaban trabajo. Aunque desconocemos su actuación tras el inicio de la guerra, en septiembre de 1937 se encontraba recluido en el campo de concentración de Miranda de Ebro junto a decenas de prisioneros capturados por el ejército golpista, por lo que es probable que José hubiera actuado como miliciano. En cualquier caso, en aquel mes de septiembre fue trasladado a Bilbao, donde se abrió un procesamiento sumarísimo de urgencia contra este azpeitiarra. Sin embargo, el 16 de septiembre de 1938 el caso fue sobreseído al haber fallecido José. Seguramente, falleció en prisión preventiva.
Vecino de la calle Arana de Azpeitia. Movilizado por los sublevados e incorporado al tercio de San Ignacio. Fallecido el 2 de abril de 1937 en el frente de Bizkaia.
Vecino del caserío Eizmendi. Movilizado por los sublevados e incorporado al tercio de San Ignacio. Herido en el frente de guerra de Bizkaia el 6 de abril de 1937.
Vecino de Azpeitia. Miembro de la Comisión Gestora nombrada por el gobernador civil de Gipuzkoa el 28 de septiembre de 1934, ocupando el cargo de concejal. Miembro de la corporación municipal constituida el 14 de octubre de 1936 por orden de la Junta de Guerra Carlista de Gipuzkoa.
Natural y vecino de Azpeitia. Huyó de Azpeitia hacia Bidania junto a su madre, Ignacia Macazaga, poco antes de la entrada de las tropas sublevadas en el municipio.
Natural y vecina de Azpeitia. Militante del PNV en la clandestinidad.
Vecino de la parte vieja azpeitiarra, Ignacio concluyó sus estudios de medicina en junio de 1936 en Salamanca. Militante del partido nacionalista, al regresar a Azpeitia e iniciarse la guerra, fue requerido por el Comité de Defensa para asistir a los milicianos que acudían al frente de Beasain. Posteriormente, tras la caída de Azpeitia, continuó prestando sus servicios en diferentes sectores como Eibar o Lekeitio, siendo ascendido al cargo de mayor por la Jefatura de Sanidad Militar del Gobierno Vasco en julio de 1937, y actuando desde entonces como jefe de sanidad de la 50° división. Finalmente, a mediados de agosto de ese mismo año fue capturado en Santoña.
Tras su detención y encarcelamiento en el penal de El Dueso, Ignacio fue juzgado en consejo de guerra junto a una veintena de combatientes vascos. El 6 de septiembre de 1937 fue condenado a la pena de muerte por un supuesto delito de «rebelión militar», si bien, en el mes de octubre la Secretaria General de Estado le conmutó la pena «por la de inferior en rango», es decir, por la reclusión perpetua. Una vez condenado fue trasladado a la prisión central de Burgos y de ésta a un batallón de trabajadores a Almendralejo (Extremadura), donde permaneció recluido hasta 1942. En marzo de ese mismo año ingresó en la prisión de Ondarreta, siendo de nuevo procesado por un juzgado militar. En esta ocasión, se trató de un procedimiento sumarísimo ordinario con el objetivo de aclarar «la conducta político social» del encausado «durante el período de rebeldía rojo-separatistas». Sin embargo, el juzgado militar reconoció que el imputado ya había sido juzgado por los mismo supuestos delitos, por lo que el 30 de junio de 1943 se dictó el sobreseimiento de la causa. Anteriormente, el 26 de enero de 1943, Ignacio había quedado en situación de libertad condicional.
Nacido en 1912 y vecino de la calle Arzubia. Oriundo del caserío Eizmendi del barrio de Elosiaga. Gudari del batallón nacionalista Irrintzi. Capturado y juzgado en consejo de guerra en Bilbao. El 4 de agosto de 1938 se dictó el sobreseimiento del caso y su clasificación en el «Apartado B», «dado sus antecedentes y actuación durante el dominio rojo». En consecuencia, fue recluido en el campo de concentración de San Pedro de Cardeña hasta su traslado en noviembre de 1939 al batallón de Trabajadores n°2 instalado en Errenteria. En el mes de diciembre de ese mismo año quedaría en libertad gracias al aval presentado por dos miembros de Falange de Azpeitia.
Vecino de Azpeitia. Movilizado por los sublevados.
Oriundo del caserío Belaetxe, Bernabé fue una figura de gran relevancia en el nacionalismo vasco de izquierdas. Escritor, secretario de ANV de Gipuzkoa y periodista del órgano de prensa de este partido, Tierra Vasca, Otarte fue uno de los oradores euskaldunes más importantes durante la guerra. Firme defensor de la unión de ANV con el Frente Popular, formó parte de la Comisaría de Guerra de la Junta de Defensa de Gipuzkoa y del Comité Nacional de ANV. Posteriormente, fue comandante del batallón Euzko Indarra hasta su captura en Cantabria en agosto de 1937 tras la rendición conocida como el Pacto de Santoña. Pocos días antes el Gobierno Vasco lo había designado comisario de Gobernación, formando parte del grupo de funcionarios de dicho Gobierno a los que el lehendakari intentó evacuar el 17 agosto mediante petición expresa al ministro de Defensa Indalecio Prieto.
Tras su captura fue juzgado en consejo de guerra en Santoña, siendo condenado a 30 años de reclusión. Posteriormente fue trasladado a la prisión de Larrinaga, y en julio de 1938 a la penitenciaria de Burgos. El 17 de julio de 1943 recobró la libertad, si bien, parece ser que vivió durante dos años en la clandestinidad en Madrid bajo las directrices del Gobierno Vasco en el exilio. Fue entonces, cuando enfermó y acabó exiliándose a Venezuela desde el Estado francés.
Ya en 1952 regresó a Euskal Herria ingresando temporalmente en la prisión de Ondarreta, siendo puesto en libertad condicional el día 18 de noviembre. Y es que a pesar de haber negociado su regreso, contra Bernabé se abrió una nueva causa judicial en relación a su supuesta implicación en la reconstrucción en la clandestinidad de ANV. Este imputación tan sólo fue sobreseída tras constatar el tribunal militar su fallecimiento en octubre de 1953 en el accidente de autobús ocurrido en Zestoa a consecuencia de una riada.
Nacido en 1913, Lucas se dio a conocer en 1935 como harri-jasotzaile en la plaza de toros de Azpeitia. Quizás por ello, de acorde a sus capacidades físicas, fue sargento acemilero del batallón Euzko Indarra a partir de octubre de 1936 y hasta su detención en Laredo en agosto de 1937. Anteriormente, es probable que actuara en Azpeitia al servicio del Comité de Defensa.
Ya en septiembre de 1937 fue enviado al campo de concentración de Miranda de Ebro, para con posterioridad ser trasladado a San Juan de Muzarrifar (Zaragoza), bajo la tutela de la segunda compañía del batallón de trabajadores n° 25. Tras aproximadamente mes y medio en Aragón, fue de nuevo enviado a Miranda de Ebro donde sería probablemente clasificado por la Comisión de Clasificación de Prisioneros, antes de ser destinado al batallón de trabajadores n° 64 en Estella.
A partir de ese momento, la historia de Lucas está ligada al resto de compañeros juzgados tras el episodio de Villa Felisa en el frente de Teruel. Incorporado al tercio de San Ignacio, el 2 de marzo de 1939 fue capturado junto a otros cuatro azpeitiarras por las tropas republicanas, mientras intentaban alcanzar un caserío del que pretendían tomar unas gallinas. Desde su captura y hasta el final de la guerra, Lucas actuó a las órdenes del ejército republicano en la brigada antiaérea n° 17 en Valencia. Al regresar a Azpeitia fue detenido y encarcelado en la prisión de este municipio, al haber sido denunciado por un delito de deserción al igual que el resto de compañeros juzgados. En diciembre de 1939 fue trasladado a la prisión de Ondarreta a la espera de ser juzgado en consejo de guerra, donde ratificó la declaración prestada en el mes de mayo ante la Guardia Civil de Azpeitia. En ella, argumentaba cómo fueron capturados, sin obviar que con anterioridad a la guerra fue una persona de ideas nacionalistas. En este sentido, tanto los informes de falange como de alcaldía de Azpeitia remarcaron que a pesar de su ideología era una persona de «muy buena conducta».
Finalmente, el 1 de mayo de 1940 el tribunal militar consideró que no se había dado un acto de deserción sino que los encartados habían sido capturados por las tropas enemigas, por lo que todos ellos quedaron absueltos y en situación de libertad definitiva.
Natural y vecino de Azkoitia. Combatiente del Ejército Vasco. Encarcelado en la prisión de Azpeitia entre el 17 y el 20 de enero de 1941.
Nacido en 1914 en Azpeitia y vecino de este municipio. Movilizado por los sublevados. Soldado forzoso. Fallecido en el frente de guerra de Huesca el 16 de junio de 1937.
Vecina de Azpeitia. Miembro del Círculo Tradicionalista de Azpeitia.
Vecina de Azpeitia. Subsecretaria de Emakume Abertzale Batza en 1931.
Vecino de Azpeitia. Dueño de una tienda de ultramarinos. El 20 de octubre de 1936 una pareja de la Guardia Civil cerró el negocio. Cinco años después, aún permanecía cerrada, lo que motivó que el perjudicado, el cual «no cuenta con otros medios de vida», realizara un escrito al ayuntamiento en el mes de junio de aquel año de 1941 suplicando la apertura de su negocio. La respuesta de la corporación municipal presidida por Ignacio Egaña fue la de ayudar a Tomás «en cuantas gestiones realice ante la Superioridad», ya que el cierre no lo había ordenado el ayuntamiento.
Nacido en 1914 en Azpeitia. Cestero de profesión. Movilizado por los sublevados e incorporado al tercio de San Ignacio con la graduación de requeté. Herido en el frente de guerra.
Nacido en 1909 en Azpeitia. Cestero de profesión. Movilizado por los sublevados.
Vecino de Azpeitia. Secretario del Juzgado de 1ª instancia de Azpeitia en 1938.
Nacido en Azpeitia en 1856 y vecino de Buenos Aires (Argentina). Compositor de música y escritor. Máximo responsable del centro vasco Laurak-bat de Buenos Aires en 1887. Presidente de la Asociación Juvenil Católica de la República Argentina. En junio de 1937 realizó un donativo de 5.000 ptas. al ayuntamiento de Azpeitia para los familiares de los combatientes enrolados en el bando sublevado muertos en el frente. En 1939 la corporación municipal de Azpeitia decidió poner el nombre de esta persona al arrabal de Hartzubia.
Nacido en Azpeitia en 1909 y vecino de Azkoitia. Alpargatero de profesión. Afiliado a UGT. Miliciano del batallón socialista UHP. Capturado por los sublevados y encarcelado en un campo de concentración, donde fue clasificado en el «Apartado A» y como «muy dudoso». En consecuencia, el 7 de noviembre de 1937 fue trasladado al batallón de trabajadores n° 1.
Vecina de Nuarbe (Beizama). Desterrada al municipio navarro de Betelu durante un mes junto a su madre y el resto de hermanos.
Vecino de Nuarbe (Beizama). Desterrado al municipio navarro de Betelu durante un mes junto a su madre y el resto de hermanos.
Vecina de Nuarbe (Beizama). Desterrada al municipio navarro de Betelu durante un mes junto a su madre y el resto de hermanos.
Vecina de Nuarbe (Beizama). Desterrada al municipio navarro de Betelu durante un mes junto a su madre y el resto de hermanos.
Vecino del caserío Landeta del barrio de Oinatz. Movilizado por los sublevados e incorporado al tercio de San Ignacio. Fallecido en el frente de Teruel el 5 de enero de 1938.
Vecino de Azpeitia. Movilizado por los sublevados e incorporado al tercio de San Ignacio.
Nacido en Azpeitia y vecino del caserío Agerre de Beizama. Combatiente incorporado a la Comandancia de Azpeitia. Posteriormente gudari de la segunda compañía Lartaun del batallón Loyola.
Natural y vecino de Nuarbe. Combatiente del Ejército Vasco.
Nacido en 1895 en Azpeitia y vecino de este municipio. Miembro de la corporación municipal constituida el 17 de abril de 1931. En 1934 renunció a ser miembro de la comisión gestora nombrada por el gobernador civil, tras la suspensión de la corporación municipal electa a consecuencia del conflicto del Concierto Económico.
Natural y vecino de Azpeitia. Relojero de profesión. Presidente de la Asociación Cultural de Padres en 1934. Gerente del Banco Guipuzcoano en Azpeitia en 1936.
Nacido en 1912 y vecino de Azpeitia. Combatiente incorporado a la Comandancia de Azpeitia. Posteriormente gudari de la segunda compañía Lartaun del batallón Loyola.
Natural de Azpeitia y vecino de Azkoitia, Marcelo fue combatiente del batallón Loyola hasta su captura en Cantabria a mediados de 1937. En septiembre de ese mismo año fue juzgado en Santoña mediante procedimiento sumarísimo de urgencia, junto a una veintena de combatientes de diferentes batallones y procedencia. En el caso concreto de Marcelo, el consejo de guerra daba por probada su actuación en varios frentes de guerra «siendo ascendido a teniente», sin que constara ningún otro «delito».
En consecuencia, el 30 de septiembre de 1937 fue condenado a la pena de reclusión perpetua por un supuesto delito de «adhesión a la rebelión», con la accesoria de inhabilitación absoluta. Tras la condena fue encarcelado en la prisión de El Dueso, donde permaneció hasta que en agosto de 1938 fue trasladado a la penitenciaría del Puerto de Santa María en Cádiz. Dos años después, concretamente el 20 de agosto de 1940, le fue otorgada la prisión atenuada.
Vecino de Azpeitia. Calzador ferroviario de profesión. Trabajador del ferrocarril del Urola. Depurado por la Jefatura del Regimiento de Ferrocarriles, 5ª Unidad. Cuatro meses sin sueldo.
Vecino de Donostia. Militante de la CNT. Miliciano del batallón Bakunin. Encarcelado en la prisión de Azpeitia en 1940.
José María era un niño de 9 años de edad cuando en 1936 estalló la guerra. Trece años más tarde, en 1949, se encontraba alistado en el batallón de cazadores de montaña Montejurra n° 20. En el mes de septiembre fue acusado de deserción, siendo condenado el 14 de marzo de 1950 a 1 año de prisión militar «debiendo pasar a un Cuerpo de Disciplina a cumplir el tiempo de servicio que le reste en filas, una vez extinguida la pena privativa de libertad». Pocos meses después, en julio de ese mismo año, José María volvió a ser acusado de deserción. En esta ocasión no pudo ser juzgado por ignorarse su paradero, por lo que fue declarado en rebeldía.
Nacido en 1914 en Azpeitia. Vecino del caserío Eskusta del barrio de Izarraitz. Movilizado por los sublevados e incorporado al tercio de San Ignacio con la graduación de requeté.
Nacido en 1912 en Azpeitia. Vecino del caserío Eskusta del barrio de Izarraitz. Movilizado por los sublevados e incorporado al tercio de San Ignacio con la graduación de requeté.
Nacido en Azpeitia en 1915 y vecino de este municipio. Declarado «desafecto» por el ayuntamiento franquista de Azpeitia en 1940.
Nacida en Azpeitia en 1918. Oriunda del caserío Zuaneta. Encarcelada en la prisión de Saturraran durante 2 años.
Nacido en Azpeitia en 1909 y ebanista de profesión, José quedó enrolado en el batallón UHP de las JSU tras el inicio de la guerra. El 6 de octubre de 1936, cuando se encontraba en el frente de Elgeta, resultó muerto como consecuencia de las «heridas de obús» recibidas. José tenía 27 años de edad, era soltero, y fue enterrado en el cementerio de Elgeta.
Vecino de Azpeitia. Militante del PNV. Miembro de la corporación municipal constituida el 17 de abril de 1931, formando parte de la minoría nacionalista.
Vecino de Azpeitia. Sancionado por la CPIB con 10.000 ptas.
Nacido en Azpeitia en 1874. Nacionalista. Alcalde de Azpeita entre el 10 de mayo y el 13 de agosto de 1934, y entre el 22 de febrero y el 23 de julio de 1936. Posteriormente marchó exiliado a América. Sus bienes muebles en Errezil fueron incautados por el CPIB.
Natural de Azpeitia. Vecino de Matxinbenta. Huyó de Azpeitia en dirección a Bizkaia poco antes de la entrada de las tropas sublevadas en el municipio.