Vecino de Urretxu. Residente en Azpeitia. Conductor de profesión. Trabajador del ferrocarril del Urola despedido el 20 de septiembre de 1936.
Guardia Civil 2° del puesto de Azpeitia en 1933 y comandante en 1938. Responsable de varios escritos acusatorios contra azpeitiarras juzgados en consejos de guerra franquista a petición de tribunales militares.
Nacido en Azpeitia en 1916 y vecino de la calle Iglesia. Practicante de profesión. Simpatizante tradicionalista. Funcionario en activo tras la entrada de las tropas sublevadas. Movilizado por el tercio de San Ignacio. Posteriormente, en junio de 1937, incorporado a las brigadas mixtas Flechas Negras.
Vecina de Azpeitia. Limpiadora de profesión. Trabajadora del ferrocarril del Urola despedida el 20 de septiembre de 1936.
Nacido en 1915 y alpargatero de profesión, este vecino de la calle Iglesia estuvo afiliado a UGT durante el periodo republicano al igual que sus hermanos Juan y Moisés, este último fallecido en el frente de guerra. Tras el inicio de la guerra, y al menos a partir de noviembre de 1936, Alejandro combatió en diferentes frentes de guerra enrolado en el batallón de infantería UHP. Una vez capturado por las tropas sublevadas fue recluido en un batallón de trabajadores, a la espera de ser juzgado en consejo de guerra.
A comienzos de 1938 el juzgado militar n° 11 de Donostia abrió un proceso sumarísimo de urgencia contra Alejandro, dictándose el 11 de mayo de 1939 el sobreseimiento del caso, al no resultar «debidamente justificada la perpetración del delito perseguido», y la puesta en libertad del encausado. Ya en 1940, concretamente el 5 de febrero, Alejandro fue declarado «desafecto» por el ayuntamiento de Azpeitia con motivo del cierre del acta de clasificación de mozos pertenecientes al reemplazo de 1936.
Natural y vecino de Azpeitia. Barrendero municipal desde febrero de 1934, Juan también estuvo afiliado a UGT y combatió en el batallón UHP. En noviembre de 1936, encontrándose probablemente en el frente de guerra, Juan fue destituido como empleado municipal por la nueva corporación franquista de Azpeitia. Al parecer, tras su detención fue recluido en un batallón de trabajadores. En 1940 fue juzgado en consejo de guerra, dictándose el sobreseimiento de la causa y la puesta en libertad de Juan el 29 de noviembre.
Moisés era vecino de la calle Iglesia y linternero de profesión. Al igual que sus hermanos Alejandro y Juan, sus ideas de izquierdas le hicieron militar en el sindicato UGT y posteriormente acudir al frente de guerra enrolado en el batallón UHP de las Juventudes Socialistas Unificadas. Miembro de la 1ª compañía del citado batallón, Moisés fue herido a finales del mes de abril de 1937 en el frente de Durango, siendo trasladado al hospital militar de Barakaldo. Sin embargo, el día 30 de abril quedó certificado su fallecimiento. Moisés fue enterrado en el cementerio de Barakaldo.
Nacido en Azpeitia en 1914 y vecino de Azkoitia. Conocido como «Txantxo», fue juzgado en consejo de guerra en dos ocasiones. Afiliado a UGT, tanto en la sentencia del 7 de diciembre de 1937 como en la del 18 de agosto de 1938, se señalaba a Anselmo como un «elemento destacadísimo» y «peligrosísimo» en Azkoitia, el cual había participado en requisas y detenciones. Asimismo, según dichas sentencias, en octubre de 1936 se enroló de manera voluntaria en el batallón de infantería de ANV Eusko Indarra, actuando en varios frentes hasta su captura en agosto de 1937 en Cantabria. Con todo, Anselmo fue condenado a 20 años de «prisión mayor» tanto en diciembre de 1937 como en agosto de 1938 por un supuesto delito de «auxilio a la rebelión».
Al igual que su hermano Anselmo, Avelino era natural de Azpeitia pero tenía establecida su residencia en Azkoitia. Afiliado a UGT. El 2 de diciembre de 1937 fue trasladado desde el campo de concentración de Deusto a la prisión de Larrinaga con motivo de su enjuiciamiento en consejo de guerra. El 23 de agosto de 1938 fue condenado a 20 años de reclusión por un delito de «rebelión», si bien, el 31 de julio de 1940 fue puesto en libertad vigilada.
Nacido en 1916 y vecino de Azpeitia. Gudari del batallón de zapadores San Andrés. Posteriormente refugiado en el Estado francés. Tras su regreso, el 7 de julio de 1939, fue detenido por la Guardia Civil de Azpeitia y recluido en la prisión de esta localidad por orden del gobernador civil de Gipuzkoa. Fue puesto en libertad el día 13.
Vecino de la calle Santiago. Tallista de profesión. Afiliado a UGT. Probablemente, combatiente del Ejército Vasco. Recluido en el campo de concentración de Gurs.
Vecino de Úbeda (Jaén). Condenado en consejo de guerra a 12 años y 1 día por un supuesto delito de «auxilio a la rebelión». Encarcelado en la prisión de Azpeitia el 26 de marzo de 1941.
Vecino de Azpeitia. Miembro de la Comisión Gestora nombrada por el gobernador civil de Gipuzkoa el 28 de septiembre de 1934.
Vecino de Azpeitia. Combatiente del Ejército Vasco.
Vecino de Azpeitia. Comerciante de profesión. Concejal del ayuntamiento de Azpeitia entre febrero de 1930 y abril de 1931. Socio del Centro Católico y de la Adoración Nocturna de Azpeitia. Encarcelado por orden del Comité de Defensa del Frente Popular de Azpeitia. Movilizado por los sublevados como soldado de reemplazo. Secretario del ayuntamiento de Azpeitia en 1938.
Vecino de Azpeitia. Movilizado por los sublevados e incorporado al tercio de San Ignacio. Herido en el frente de guerra en junio de 1937.
Natural de Caena (Jaén). Condenado en consejo de guerra a 12 años y 1 día de prisión por un supuesto delito de «auxilio a la rebelión». Encarcelado en la prisión de Azpeitia el 26 de marzo de 1941. Fallecido en la cárcel de Azpeitia el 21 de abril de ese mismo año por apendicitis.
Nacido en 1915 en Azpeitia y vecino de la calle Iglesia. Escribiente de profesión. Encarcelado por orden del Comité de Defensa del Frente Popular de Azpeitia. Movilizado por los sublevados e incorporado al tercio de San Ignacio con la graduación de boina roja. Miembro de la hermandad «Excautivos por España».
Vecino de Azpeitia. Simpatizante tradicionalista. Funcionario en activo tras la entrada de las tropas sublevadas en el municipio.
Vecino de Azpeitia. Vicepresidente de la Sociedad «Euzko Etxea» en 1934. Ya en agosto de 1937 fue encarcelado en Santoña, localidad desde la que fue trasladado al campo de concentración de San Pedro de Cardeña (Burgos) el 20 de septiembre de ese mismo año. Posteriormente, sería juzgado en consejo de guerra, dictándose el sobreseimiento del caso en septiembre de 1943. Por aquel entonces, Severo tenía 43 años, estaba casado, y con anterioridad a la guerra trabajaba como ayudante de ingeniero.
Vecina de Azpeitia. Tesorera de Emakume Abertzale Batza en 1934.
Nacido en Azpeitia en 1919 y vecino de la calle Emparan. Sastre de profesión. Voluntario incorporado al tercio de San Ignacio. Herido en el frente de guerra.
Nacido en Azpeitia en 1915 y vecino de la calle Emparan. Combatiente del Ejército Vasco. Posteriormente refugiado en el Estado francés. Declarado soldado por las autoridades franquistas en 1940.
Nacido en Azpeitia en 1917 y vecino de la calle Iglesia. Combatiente del Ejército Vasco y posteriormente movilizado por los sublevados.
Nacido en 1910. Vecino de Azpeitia. Movilizado por los sublevados e incorporado al batallón de infantería América n° 23. Ingresado en el hospital militar de Pamplona el 18 de mayo de 1937.
Nacido en 1913 en Azpeitia y vecino de este municipio. Ignacio tenía 24 años de edad cuando en agosto de 1937 fue detenido en Laredo. Anteriormente había actuado en varios frentes de guerra desde que a finales de 1936 se enroló voluntariamente al batallón Loyola en Gernika. En octubre de 1937 se encontraba recluido en el campo de concentración de Aranda de Duero, donde la Comisión de Clasificación de Prisioneros le calificó en el «apartado C» tras recibir un informe de la Guardia Civil de Azpeitia en el que se le acusaba de haber participado en detenciones y saqueos.
Una vez trasladado a la prisión de Los Escolapios y habiéndose iniciado un proceso sumarísimo de urgencia contra Ignacio a comienzos de 1938, tanto desde la jefatura local de Falange como desde alcaldía de Azpeitia se emitieron informes que incidían en los supuestos apuntados por la Guardia civil. Ante estas afirmaciones, el juzgado militar solicitó información acerca de los testigos que pudieran atestiguar las acusaciones vertidas contra el encartado, señalando los aludidos en su respuesta al juzgado a Manuel Echeverria Odriozola, Donato Aristi Aizpuru y José Aizpuru Goenaga. Sin embargo, el 15 de febrero de 1939, los tres testigos declararon ignorar la participación de Ignacio en saqueos, detenciones o requisas.
Además de ello, en el mes de julio de 1939 varios vecinos de Urrestilla se retractaron de las declaraciones que habían prestado ante la Guardia Civil en octubre de 1937, cuando Ignacio se encontraba recluido en Aranda de Duero. Según éstos, «queriendo los exponentes eludir toda responsabilidad moral en que por un error involuntario hayan podido incurrir habían meditado serenamente sobre el caso, y después de un concienzudo examen, y a la vista de su fotografía, han venido al pleno convencimiento de que tal individuo no participó en las requisas de ganado». En consecuencia, el 7 de septiembre de 1939 se dictó el sobreseimiento del caso.
El 8 de diciembre de 1939 Ignacio «Takolo» recobró definitivamente la libertad.
Oriundo del caserío Miraflores del barrio de Izarraitz. Movilizado por los sublevados como soldado de reemplazo. Soldado forzoso. Fallecido en el frente de guerra de Zaragoza el 26 de noviembre de 1937.
Vecino de Azpeitia. Calzador de profesión. Trabajador del ferrocarril del Urola. Depurado por la Jefatura del Regimiento de Ferrocarriles, 5ª Unidad. Seis meses sin sueldo.
Nacido en Azpeitia en 1916 y vecino de este municipio. Alpargatero de profesión. Jacinto fue uno de los primeros azpeitiarras juzgados en consejo de guerra. Detenido el 16 de octubre de 1936 y encarcelado posteriormente en Ondarreta, el 30 de diciembre de ese mismo año dieron inicio las actuaciones contra este azpeitiarra vecino de Landeta. Los hechos por los que se le juzgaba se ceñían únicamente al comportamiento del encausado el día 21 de julio, poco después de proclamarse el fallido golpe de estado. Según la sentencia por la que fue condenado a 12 años y 1 día de prisión el 15 de febrero de 1937, Jacinto marchó en un camión «desde Azpeitia a Zumarraga en unión de un grupo de milicianos rojos con el propósito de proveerse de armas en dicho pueblo». Asimismo, al regresar a Azpeitia «prestó servicio de guardia en los arcos del ayuntamiento» hasta las diez de la noche, si bien, también se indica que tras este hecho «se retiró a su casa y fue reprendido por sus padres».
A pesar de que desde entonces y hasta su detención Jacinto no estuvo implicado en ningún otro episodio del que pudiera ser acusado, el tribunal militar que lo juzgó consideró que era responsable de un delito «de adhesión a la propia rebelión».
El 15 de abril de 1937 fue trasladado a la penitenciaría del fuerte de San Cristóbal. Su salida estaba prevista para el 12 de octubre de 1948 según la sentencia condenatoria, si bien, parece ser que Jacinto participó en la fuga del 22 de mayo de 1938. Tras su intento de fuga fallido volvió a ser juzgado y condenado a 17 años, 4 meses y 1 día de prisión. Sin embargo, el 2 de septiembre de 1940 le fue concedida la libertad atenuada. Jacinto era «sobrino del legendario boxeador Paulino Uzcudun».
Nacida en Azpeitia y vecina de Azkoitia. Religiosa. Fusilada en Madrid por fuerzas republicanas.
Vecino de Azpeitia. Afiliado a STV. Combatiente incorporado a la Comandancia de Azpeitia.
Natural y vecino de Azpeitia, Domingo trabajó como forjador en la compañía del ferrocarril de Zumarraga a Zumaia (más conocido como ferrocarril del Urola) hasta su huida a Bilbao con motivo de la entrada en Azpeitia de las tropas franquistas. A medida que los sublevados iban conquistando territorio Domingo fue desplazándose, de Bilbao a Santander y de la capital cántabra a Asturias para finalmente llegar a Cataluña desde Francia.
En el mes de marzo de 1939 regresó a Azpeitia e inmediatamente las autoridades locales informaron a los organismos militares judiciales de su llegada, tras ser probablemente denunciado por algún vecino. Ante la Guardia Civil de Azpeitia, Domingo reconoció haber estado afiliado al centro de Izquierda Republicana y al Sindicato Nacional Ferroviario, agrupación cercana a UGT. Asimismo, afirmó haber votado a partidos de izquierda en las diferentes elecciones y haber realizado servicios de guardia armada ante la empresa de Dámaso Azcue durante aproximadamente 20 días, por orden del Comité de Defensa y previo a su salida de Azpeitia.
Como era habitual, Roque Astigarraga, en calidad de alcalde de la Azpeitia, y la jefatura local de Falange, representada en esta ocasión por Casto Orbegozo, emitieron sus propios informes en los que se calificaba a Domingo como persona de «ideas extremistas» o «exaltadas», sin aportar más datos que los relativos al periodo en los que prestó servicios de guardia armada. Además de estos informes, se añadió en esta ocasión el redactado por Galo Barrena Larrar, en aquel entonces jede de explotación del ferrocarril del Urola. En su escrito fechado el 26 de marzo, a parte de la afiliación política del encartado y los servicios de guardia reconocidos por el propio Domingo, acusaba a éste de haber participado en «reuniones de propaganda marxista» en Zumarraga en varias ocasiones. Por último, el sacerdote Casiano Garayalde también informó sobre el acusado, si bien, fue el único escrito favorable, ya que se limitaba a señalar el cumplimiento de «los deberes religiosos» del encartado.
En consecuencia, el 1 de mayo de 1939 la Auditoria de Guerra consideró que de la instrucción realizada no resultaba «la comisión de delitos comunes por el denunciado ni su carácter de destacado dirigente revolucionario», por lo que se limitó a imponerle una pena de 3 meses de arresto gubernativo. Domingo estuvo encarcelado en la prisión de Ondarreta del 16 de abril al 15 de julio de 1939, teniendo que personarse tras su salida en la Secretaria de Orden Público de Donostia «a los efectos de posterior vigilancia y competencia».
Nacido en 1910 en Andoain y vecino de Azpeitia. Estudiante. Afiliado a UGT. Miliciano del batallón UHP. Dado por desaparecido el 24 de agosto de 1937 en la provincia de Santander.
Natural y vecino de Zestoa. Moldeador de profesión. Encarcelado en la prisión de Azpeitia en abril de 1939 tras ser acusado de formar parte del Comité de Defensa del Frente Popular de Zestoa. Posteriormente fue trasladado a la prisión de Ondarreta.
Vecino de Zestoa. Encarcelado en la prisión de Azpeitia en abril de 1937 tras ser acusado de realizar guardias armadas por orden del Comité de Defensa del Frente Popular de Zestoa. Posteriormente trasladado a la prisión de Ondarreta y juzgado en consejo de guerra.
Nacido en Azpeitia en 1913. Oriundo del caserío Aldagoiti del barrio de Eizagirre (Nuarbe). Movilizado por los sublevados como soldado de reemplazo. Fallecido en el frente de guerra de Zaragoza el 8 de marzo de 1938.
Nacido en 1909, contra Remigio el juzgado militar n° 20 de Donostia abrió diligencias previas a mediados de 1938. El 2 de noviembre de 1938 se dio por finalizada la instrucción «sin declaración de responsabilidad», por lo que el encausado quedaba en situación de libertad definitiva. En dicha resolución no se especifica las causas de su procesamiento.
Nacido en 1918 y vecino de Urrestilla. Cestero de profesión. Movilizado por los sublevados e incorporado al tercio de San Ignacio con la graduación de requeté. Fallecido en el frente de guerra de Sierra Espadan (Castellón) el 22 de septiembre de 1938.
Nacido en 1917 y vecino de la calle Iglesia de Azpeitia. Declarado «prófugo» por las autoridades franquistas de Azpeitia.
Vecino de Azpeitia. Ignacio fue encarcelado junto a otros 6 azpeitiarras el 2 de diciembre de 1936, con motivo de la apertura de un proceso sumarísimo abierto en su contra en el mes de noviembre de ese mismo año. Según consta en la sentencia del 8 de marzo de 1937, Ignacio, al igual que Nazario Aizpitarte, había realizado una serie de servicios en favor del Comité de Defensa del Frente Popular tras el inicio de la guerra. No obstante, Ignacio fue absuelto y puesto en libertad ya que «era de ideas tradicionalistas y había votado a las derechas en las últimas elecciones»; y que por tanto su actuación durante el «dominio rojo-separatista» fue involuntaria y «en contra de sus ideas y convicciones».
Vecino de Azpeitia. José María fue procesado en el mismo consejo de guerra que su hermano Ignacio, si bien, a diferencia de éste el tribunal militar consideró que José María sí era responsable de un delito de «auxilio a la rebelión militar». En concreto, en la sentencia condenatoria de 12 años y 1 día de prisión, se señalaba que José María era simpatizante nacionalista «aunque no formaba parte del partido», y que actuó en favor del Comité de Defensa del Frente Popular «con el objetivo de ganar un jornal con el que subsistir». Además de ello, se le acusaba de haber participado en la voladura del puente de Mandubia el 25 de julio de 1936 para obstaculizar la entrada de las tropas franquistas a Azpeitia, de haber realizado el transporte de sacos de arena desde Zarautz a Azpeitia para la construcción de refugios antiaéreos, y de llevar a Loiola unos depósitos de gasolina.
Vecino de Urrestilla. Tras el fallido golpe de estado y el inicio de la Guerra Civil, Marcelino, según su propia declaración ante un juzgado militar, tomó parte en los servicios de guardia armada, en requisas y en algunas detenciones que se llevaron a cabo en Azpeitia por orden del Comité de Defensa. Militante del PNV desde el comienzo del período republicano, una vez producida la retirada de Azpeitia actuó en varios frentes enrolado en el batallón Loyola hasta su captura el 25 de agosto de 1937 en Laredo.
En octubre de 1937 fue clasificado en el «apartado C» por la Comisión Clasificadora de Prisioneros de Aranda de Duero tras recibir el informe de la Guardia Civil de Azpeitia, en el que se calificaba al detenido como «peligrosísimo». A comienzos de 1938 fue trasladado a la prisión de Los Escolapios a la espera de ser procesado en consejo de guerra. En el mes de abril llegaron al juzgado militar n° 12 de Bilbao los informes de la jefatura local de Falange y de alcaldía de Azpeitia. Asimismo, fueron enviadas las declaraciones de un total de 14 vecinos de los barrios de Urrestilla y Aratz-Erreka, los cuales habían sido testigos de las requisas de ganado vacuno que desde finales de julio de 1936 habían realizado un grupo de milicianos entre los que se encontraría Marcelino. Posteriormente, el 19 de mayo de 1938, Marcelino ratificó ante el juez instructor la declaración prestada en octubre de 1937, reconociendo su militancia nacionalista, su participación en requisas en los caseríos Zelaieta, Rekalde y en otros tantos de Urrestilla, la detención de dos personas, y por último su actuación en el frente de guerra. Lo único que Marcelino negó fue el haber perseguido o delatado a personas de derechas, en clara alusión a las acusaciones que le relacionaban con la búsqueda e intento de detención de Galo Barrena.
Finalmente, el 7 de julio de 1938 fue sentenciado a 12 años y 1 día de prisión por un supuesto delito de «auxilio a la rebelión». Con posterioridad parece ser que fue recluido en el fuerte de San Cristóbal hasta noviembre de 1939, si bien, este supuesto no consta en la ficha penitenciaria de Marcelino. En 1943 se le concedió la prisión atenuada tras la conmutación de la pena por una de 7 años, encontrándose recluido por aquel entonces en la prisión de San Lorenzo del Escorial (Madrid) a disposición del Director General de Regiones Devastadas. A comienzos de 1944 quedó en libertad vigilada.
Vecino de Azpeitia. Gudari del batallón nacionalista Loyola.
Vecino de Azpeitia. Ebanista de profesión, Estanislao estuvo afiliado al sindicato UGT durante el período republicano. Posteriormente ingresó en el batallón UHP de las JSU, y ya a mediados de 1938 se abrió un procedimiento sumarísimo de urgencia en su contra en el juzgado militar n° 14 de Donostia. El 4 de agosto de 1939 el consejo de guerra propuso el sobreseimiento de la causa «por carecer de relevancia penal los hechos que se le imputan». Dicho acuerdo fue ratificado por la Auditoria de Guerra de la 6ª Región Militar el día 28.
Vecino de Azpeitia. Afiliado a UGT. Miliciano del batallón UHP de las JSU. Herido en el frente de guerra y trasladado al hospital de La Rosaire (Bidarte). Sufrió la amputación de la pierna derecha.
Gregorio era vecino de la calle San Ignacio de Azpeitia y trabajaba como cestero en la empresa de muebles Dionisio Echeverria durante el período republicano. Afiliado a STV y militante del PNV, al estallar la guerra hizo guardias custodiando a los presos considerados de derechas entre el 6 de agosto y el 19 de septiembre. Ante la proximidad de las tropas sublevadas Gregorio huyó a Bilbao donde continuó trabajando como cestero hasta que a finales de mayo de 1937 fue movilizada su quinta. Entonces, quedó enrolado en el batallón de zapadores San Andrés, construyendo fortificaciones primero en la zona de Zeberio y posteriormente en Balmaseda. Finalmente, el 26 de agosto de 1937 fue capturado en Santoña.
El 30 de septiembre de 1937 el informe emitido por la Comisión de Clasificación de Prisioneros provocó que la Auditoria de Guerra estimara oportuno su enjuiciamiento, a pesar de que desde Azpeitia escritos como el del máximo responsable de la empresa donde trabajó, Dionisio Echeverria, aludieran a la «buena conducta» del detenido. Y es que tanto los informes de la Guardia Civil como los de alcaldía y Falange apuntaban a la «intachable conducta» de Gregorio para con los presos que custodió, «hasta el límite de que al ser evacuados dichos presos en dirección a Vizcaya por la proximidad del Ejército Nacional, fue gratificado con veinticinco pesetas por el hoy Capitán de Requetés Sr. Velaz». A estas afirmaciones se sumaron las declaraciones del testigo Cruz María Echeverria, quien afirmó que «lo único que se puede decir malo del encartado es lo de sus ideas nacionalistas por seguir la corriente que a la sazón había fatalmente entre la juventud».
Durante el periodo de instrucción Gregorio permaneció recluido en el batallón de trabajadores n° 177 de Zaragoza, lugar al que había sido trasladado el 20 de diciembre de 1938 procedente de Santoña. El 6 de marzo de 1939 ingresó en Ondarreta, prisión en la que permaneció encarcelado hasta el 29 de abril de aquel mismo año tras dictarse el sobreseimiento de la causa y ser clasificado en el «apartado A».
Nacido en Azpeitia en 1916 y vecino de la calle San Ignacio. Incluido en una lista de STV de obreros parados de la localidad en 1935. Movilizado por los sublevados e incorporado al tercio de San Ignacio con la graduación de requeté. Herido en el frente de guerra en abril de 1937.
Natural de Bilbao y vecino de Azpeitia. Médico de profesión. El 11 de febrero de 1941 fue detenido en Azpeitia y encarcelado en la prisión de este municipio por orden del gobernador civil. El 24 de febrero de ese mismo año fue trasladado a la prisión de Tabacalera de Bilbao, acusado de haber ejercido su profesión en la provincia de Bizkaia durante el «dominio rojo».