Bitttor Otaegi Alberdi, azkoitiarra de nacimiento, fue a vivir a Azpeitia de crío, con toda la familia.
Daban la doctrina en castellano, pero aquí había un cura de Lizartza, Don Lorenzo, y él la daba en euskera, porque era muy euskalzale.
¿Quién era tu padre, Bittor?
Mi padre se llamaba Vitoriano Otaegi Azurmendi. Se fue a la guerra a combatir, no recuerdo en qué fecha. Anduvo por Mutriku, hasta que lo cogieron preso. Luego estuvo en Nanclares de la Oca, en un batallón de trabajadores. Estuvo trabajando en el economato.
Cuando regresó, ¿vuestro padre os contaba algo de lo vivido?
No nos contó gran cosa. Sé que estaba afiliado a UGT por lo que me habéis contado vosotros. Él no me dijo nada.
Aunque tu padre no te contara nada, ¿recuerdas algo de la época de la guerra?
Tengo varios recuerdos. Me acuerdo de «Txaiber». Fue a un caserío a pedir algo y nunca regresó. Después de unos años me enteré por uno de mis sobrinos que encontraron su cuerpo y lo trajeron aquí.
También recuerdo que los Guardias Civiles fueron a casa del cura Azpiazu.
Además de ello, una persona mayor me contó una vez que tres jóvenes secuestraron a un cura con la intención de fusilarlo. Pero un falangista al que le llamaban «Hirutxiki» los vio y les aconsejó que pensaran bien acerca de lo que iban a hacer. Al final lo dejaron libre y le pidieron perdón.
¿Y qué es lo que recuerdas de la posguerra?
Recuerdo que daban la doctrina en castellano. A pesar de todo aquí había un cura de Lizartza, Don Lorenzo, y él la daba en euskera, porque era muy euskalzale.
También conocí el racionamiento.
¿Qué opinas acerca de este proyecto que tiene como objetivo recuperar la memoria histórica?
Creo que es importante recuperar la memoria histórica. Puede ser que algunos no lo quieran, pero es importante.