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PRIMEROS CASOS DE TORTURA
EN LA DÉCADA DE 1960

 

      A pesar de la aparente estabilidad del régimen a partir de los años 50, la represión franquista a través de la judicatura y de las Fuerzas de Orden Público (FOP), compuestas por el Cuerpo General de Policía, la Policía Armada y la Guardia Civil, fue una constante durante todo el período franquista. Entre 1945 y 1951 al menos cuatro ciudadanos vascos fallecieron en dependencias policiales tras ser torturados: el maqui Baltasar Buriel (en Irun el 1 de agosto de 1945), el cenetista Pablo Velasco (en Bilbao el 17 de abril de 1946), José Aguirre Iturbe (en el hospital de Basurto el 30 de julio de 1946, debido a la paliza recibida por la policía tras gritar “Gora Euskadi” en la festividad de San Ignacio), el militante de ELA Agustín Unzurrunzanga (en su traslado a la cárcel de Ondarreta el 7 de mayo de 1947), y el jeltzale Txomin Letamendia (en Bilbao el 20 de diciembre de 1950, poco después de salir de comisaría).(*)

      A partir de la década de 1960 las detenciones y los casos de torturas por parte de los diferentes grupos policiales se intensificaron de manera considerable, en la medida en que aumentaba la resistencia y las acciones más o menos organizadas de la oposición al franquismo. El Instituto de Criminología de la Universidad del País Vasco ha podido documentar 322 casos de torturas y malos tratos en la Comunidad Autónoma del País Vasco entre 1960 y 1969, 120 correspondientes solo al año de 1968. En el caso de Azpeitia se han documentado 7 casos en este período, todos ellos ocurridos entre 1964 y 1968.(*)

      El primer caso de tortura documentado en Azpeitia a partir de 1960 es el de Andoni Albizuri Agirregabiria. Nacido el 13 de abril de 1934, fue detenido por agentes de la Guardia Civil y trasladado al cuartel Donostia el 9 de noviembre de 1964. Permaneció incomunicado cinco días, en los que según relató posteriormente a su mujer, María Jesús Arregi Uzin, sufrió torturas tanto físicas como psicológicas. Durante aquellas primeras semanas de noviembre de 1964 fueron decenas los jóvenes vascos detenidos y torturados por llevar a cabo acciones no violentas, tales como la colocación de ikurriñas, la realización de pintadas o actividades propagandísticas contrarias al régimen. Andoni no denunció las torturas a las que fue sometido, tan sólo las relató en su ámbito familiar. El 15 de diciembre de 1980 Andoni volvió a ser detenido y trasladado a la prisión de Martutene, sin que en este caso tengamos constancia de que sufriera malos tratos.(*)