Cuentos

El mono y la tortuga

En un pequeño bosque de Mahé, la más grande de las 115 islas del archipiélago Seychelles, allí lejos, en el océano índico, vivían hace mucho tiempo un mono y una tortuga.

El mono era astuto y mentiroso.

La tortuga procuraba no cruzarse en su camino.

El mono vivía alegremente saltando de un árbol a otro. Tenía la comida al alcance de la mano.

La tortuga tenía que andar mucho para buscar comida.

Un día la tortuga salió de su casa muy temprano a comprar arroz.

A media tarde, cuando volvía a casa con su carga, se acordó de que no tenía leña para preparar la comida.

Dejó la carga al borde del camino y se puso a recoger leña.

El mono, saltando de rama en rama, llegó hasta la carga de arroz.

Cuando la tortuga volvió con su leña, vio que el mono estaba sentado sobre su saco de arroz.

—¡Mira lo que he encontrado en el camino!

—¡Es mi arroz! —exclamó la tortuga.

—¿Tu arroz? —respondió el mono, burlón— Es mío, me lo encontré en el camino.

La tortuga se echó a llorar.

Pero el mono se llevó el saco de arroz para comérselo con sus amigos.

La tortuga anduvo día y noche de un lado para otro buscando comida para sus crías.

Una mañana vio al mono dormido en una rama baja. Su cola llegaba hasta el camino.

Entonces la tortuga mordió la cola del mono y no la soltó.

El mono se despertó sobresaltado.

—¿Qué pasa? ¿Quién se atreve a morderme mi rabo?

—No es tuyo —respondió la tortuga—, es mío: me lo encontré en el camino.

El mono intentó trepar por las ramas, pero la tortuga no lo saltaba.

Poco a poco, lo llevó a rastras hasta el tribunal.

—¡El arroz era mío!

—¡El rabo es mío!

—¡El arroz era mío!

—¡El rabo es mío!

El juez, al fin, comprendió lo que pasaba.

Y llamó a un soldado de la guardia.

—¡Corte el rabo a este mono listo!

El mono, al oír aquello, comenzó a gritar:

—¡Piedad! ¡Piedad! ¡Un mono sin rabo! ¡Todos se reirán de mí! ¡Piedad!

Pero el juez le mandó callar:

—Si lo que el mono encuentra en el camino es del mono, lo que la tortuga encuentra en el camino es de la tortuga.

Y a aquel mono le llamaron «el ladrón sin rabo».

Texto: Koldo Izagirre

Traducción: Koldo Izagirre

Voz: Iñaki Berazategi

Este es el cuento del mono y la tortuga, y viene de árbol en árbol desde las islas Seychelles

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