Cuentos

Cómo nació Juanico, el oso sin miedo

Hoy quedan muy pocos osos, pero antes, en los Pirineos, en la larga cadena montañosa que va desde el mar Cantábrico hasta el mar Mediterráneo, vivían gran cantidad de osos. También vivían en estas montañas pastores, leñadores, carboneros, cazadores... Los osos se trasladaban de un valle a otro, un día estaban el País Vasco y otro en Bearne, de Cataluña pasaban a Aragón... En sus viajes, no era raro que algún oso se rezagara o se perdiera.

Un oso se quedó aislado en una cueva, no muy lejos de una cabaña de pastores. Pasaron semanas sin que se levantara la niebla, y no podía arriesgarse a caer por algún precipicio. Estaba triste y no soportaba la falta de compañía. Una mañana vio que de la cabaña de pastores salía una mujer a recoger leña.

El oso la raptó y se la llevó a la cueva. Y puso una enorme piedra tapando la entrada.

Al cabo de nueve meses nació un niño.

Cuando el niño cumplió cuatro años, le dijo a su madre:

—Madre, ¿no quieres ver el mundo?

La madre le señaló la piedra. Y el niño tiró de ella con su mano izquierda y dejó abierta la entrada de la cueva. Tenía cuatro años, pero era un oso muy fuerte.

—Hijo mío, si viene tu padre y ve lo que has hecho, nos matará.

Pero el pequeño oso la llevó al pueblo más cercano.

Y Juanico, que es como se llamaba el oso, fue a la escuela.

Y todos los niños se reían de él:

—¡Tu padre es un oso! ¡Tu padre es un oso!

Juanico agarró a uno de ellos por los dos pies, y utilizándolo como estaca, dio una buena paliza a sus compañeros.

Y le dijo a su madre:

—Madre, me voy a conocer el mundo.

—Hijo mío, ¿pero qué se te ha perdido en el mundo?

—Quiero conocer el miedo —respondió Juanico.

La mujer consultó con el maestro, y el maestro le dijo:

—Yo le enseñaré el miedo.

Llevó a Juanico a un pajar. Allí el maestro guardaba una gran caja.

—¡Abre la caja! —le ordenó a Juanico.

Juanico obedeció: al abrirla, una multitud de palomas surgieron de su interior, agitando las alas en la faz del muchacho.

La verdad es que Juanico se sorprendió un poco.

—¿No te ha dado miedo? —le preguntó el maestro.

—Me ha dado un susto, pero no me he asustado.

Y Juanico dejó al maestro, dejó la escuela, dejó a su madre y se fue en busca del miedo.

Texto: Koldo Izagirre

Traducción: Koldo Izagirre

Voz: Iñaki Berazategi

Este es el cuento que cuenta cómo nació Joantxo el oso en los Pirineos

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